Hasta ahora solo conocíamos una pequeña parte del incidente que tuvo el seleccionador de Argentina, Jorge Sampaoli, con la Policía. Pero La Nación ha sacado a la luz una cronología mucho más amplia y detallada de lo sucedido.

En el vídeo se podía ver cómo Sampaoli faltaba al respeto a un agente metiéndose con él por el sueldo que gana, aunque ahora se conocen más datos de lo que ocurrió.

El operativo policial se situó a 50 metros de la plaza principal de Casilda (Santa Fe). En él trabajaban seis agentes, así como el Secretario de Prevención y Seguridad Ciudadana de la Ciudad. El entrenador regresaba de un salón de fiestas tras la boda de su hija y se dirigían al hotel donde se alojaba tanto él como su cuerpo técnico.

Al llegar al control comenzaron los problemas, pues en el Ford Focus que conducía su novia iban ocho pasajeros cuando solo pueden circular cinco personas ya que el vehículo solo dispone de cinco cinturones de seguridad. Al pedirles que se bajaran tras comprobar la irregularidad, Sampaoli bajó de la parte de atrás y después de dar unos pasos sucedió lo que se filtró en el vídeo. El técnico le dijo lo siguiente al inspector, Miguel Casatti: «¡Boludo, ganas cien pesos al mes, gil!». A continuación de lo que sería el final del vídeo que se grabó desde otro coche, Sampaoli intentó sortear el control, tanto vallas como coches, hasta que un agente les frenó y les marcó el camino de vuelta con la linterna.

La Nación cuenta que al bajar del vehículo «el maltrato del entrenador también se extendió a una funcionaria que estaba colaborando en el operativo y que varios testigos aseguran que fue de malos modos». Mientras todo esto ocurría, su novia daba 0,17 en el control de alcoholemia, menos de la tasa permitida (el límite es 0,50). El coche siguió su camino pero el entrenador volvió a gritar al inspector: «¿Qué miras, gato, vigilante?».

De los 137 controles realizados en Casilda aquella madrugada, solo 12 conductores dieron positivo. Una de ellas corresponde al preparador físico, Jorge Desio, que conducía un Fiat Toro y que dio 0,85 en el control de alcoholemia. A Desio, que no dio ningún problema a los agentes, le retiraron la licencia. Pero Sampaoli volvió a la escena para pedir de malas maneras que no le quitaran la licencia a su amigo: «¡Devolvéle la licencia a Jorge!». Como era de esperar, no se la devolvieron. En este caso, así como en otros esa misma noche, un policía se encargó de conducir el coche hasta la casa de Desio. Sobre el coche en el que viajaba Sampaoli no hay un acta que recoja ningún tipo de denuncia, siempre según lo que explica el diario antes mencionado.

Sampaoli llamó al Secretario de Prevención y Seguridad Ciudadana en Navidad (la tarde siguiente al incidente) para disculparse. El entrenador argentino admitió su error en un comunicado, pero los inspectores involucrados esperan una «disculpa sincera».