Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), suspendido durante un año, ha advertido en Madrid de que la «posibilidad de que la FIFA aparte a la selección del Mundial es seria», y culpó de ella a un Gobierno «que da lecciones de legalidad», pero se la salta con la única intención de apartarle de la presidencia.

Villar desmintió de «forma categórica» que él o alguien de la RFEF haya pedido la intervención de la FIFA y aseguró que ha convocado esta conferencia de prensa en un hotel madrileño para explicar una situación que considera «muy grave», creada por un Gobierno que no acepta el capítulo de sus «obligaciones respecto a los organismos internacionales».

«El Gobierno tendrá que aceptar lo que dicen las organizaciones internacionales. Es una inscripción voluntaria y fue consentida por el Gobierno. Habría que preguntarse por qué conflictos de esta naturaleza no se dan en países de nuestro entorno (Alemania, Italia, Francia). La respuesta es tan simple como que los poderes públicos de esos estados respetan escrupulosamente los estatutos de la FIFA», señaló

«El Consejo Superior de Deportes es el que hace incumplir a la RFEF y el único responsable de que España se pueda quedar sin Mundial. Ni Ángel Villar, ni la RFEF tiene ninguna responsabilidad», añadió

Por otra parte, Ángel Maria Villar, aseguró que no sólo no intercedió por su hijo Gorka para que fuese director general de la Conmebol, sino que prefería que no lo fuese.

El directivo, que compareció este lunes en rueda de prensa para advertir de la «grave situación» creada por el Gobierno español al apartarle de la presidencia, defendió la gestión de su hijo tanto en el fútbol sudamericano como en la RFEF.

«Se dijo que presioné. Yo no quería que mi hijo fuera a la Conmebol, porque iba a estar varios años sin verlo. Mi hijo fue allí por su valía, porque quienes lo conocen lo consideran capacitado. Mi hijo lo que ha conseguido, lo ha conseguido con su esfuerzo», explicó.

El ex vicepresidente de la FIFA y la UEFA también negó que Gorka Villar influyese en la contratación de partidos amistosos para la selección española.

«Se decía que mi hijo contrató un partido con la selección coreana porque la mujer de mi hijo es coreana y su mujer es argentina. Mi hijo tampoco tuvo nada que ver en la contratación del partido contra Colombia. El seleccionador primero pidió Croacia y no pudo ser. Se le dijo si quería jugar contra Colombia y dio la aprobación. Es el seleccionador el que decide contra quién se juega, no mi hijo».

«Se habla de las escuchas pero las escuchas están sacadas de contexto. Mi hijo no se ha beneficiado ni un euro con la selección nacional absoluta», concluyó el mandamás de 67 años.