Desde Zurich llegó una noticia inesperada, tanto para Paolo Guerrero, como para todos los peruanos, que aguardaban la decisión de la FIFA acerca del resultado analítico adverso en el antidoping que se le realizó al jugador después del partido ante la Argentina por las eliminatorias.

El plazo impuesto en un principio de 30 días llegó a su fin, y cuando se creía que el ente regulador máximo del fútbol iba a emitir una decisión definitiva, desde el Comité Disciplinario pidieron extender 10 días más el castigo.

El delantero peruano, quien viajó hasta la capital de Suiza para declarar ante el tribunal, estará inhabilitado para jugar el partido de ida del Flamengo ante Independiente por la final de la Copa Sudamericana, después de esta nueva resolución.

La suspensión preventiva, que culminó el 3 de diciembre, se extendió por 10 días más, ya que aún no se dictaminó un fallo oficial. Juan Baldovino, abogado de la Agremiación, había estipulado que «podría darse el caso de que el tribunal solicite unos días más para deliberar y pronunciarse», ya que «el tema de fondo es muy complicado».

El atacante de 33 años tendrá que esperar entonces más de una semana para saber qué le deparará su futuro, del cual apuntan que podría recibir una pena de entre seis meses y cuatro años. Sin embargo, al descartarse el consumo de alguna sustancia prohibida, los abogados del «Depredador» intentarán absolverlo de cualquier tipo de condena.