Wayne Rooney regresó al Everton, club de sus orígenes, como primer paso de la etapa final de su carrera, pero el goleador de 32 años está demostrando que todavía tiene mucho hilo en el carretel. Por primera vez en su viejo/nuevo equipo convirtió tres goles y dejó una perla extraordinaria en el 4-0 al West Ham: desde atrás de mitad de cancha, le dio como venía y sacó una bomba tremenda que se le metió al arquero. Y claro, se llevó la pelota a casa.

Aunque suene increíble, no es la primera vez que Rooney le convierte de esta manera al West Ham: en 2014, jugando con el Manchester United, ya lo había clavado con otra definición magnífica, en una victoria 2-0 de visitante.

Rooney, máximo goleador histórico de la selección inglesa, lleva ocho goles en 20 partidos desde que se puso la camiseta del Everton. El primero fue de penal, el segundo un pase a la red casi sin oposición y el tercero una delicia. Manuel Lanzini fue titular y falló un penal en la visita.