Iker Casillas puede tener las horas contadas en el Porto por culpa del ‘fair play’ financiero, según señala El País. El guardameta es el mejor pagado de la plantilla y el club portugués está obligado a desprenderse de un jugador si no quiere ser sancionado.
Sergio Conceiçao, técnico del Porto, manifestó en rueda de prensa que la suplencia de Casillas se debía a “cuestiones técnicas”. Sin embargo, la realidad es que el Porto ha decidido como estrategia presionar al portero con la suplencia para que abandone el equipo en el mercado de invierno y así poder cuadrar el presupuesto.
De esta manera, a pesar de que el excapitán blanco renovó en julio, tendría nulas opciones de jugar lo que resta de partidos hasta llegar el mercado de invierno y así el club ahorrarse alrededor de 5 millones de euros anuales que cobra el guardameta con su salida.
Cabe recordar que el portero aterrizó en Portugal siendo Julen Lopetegui el entrenador en el 2015 tras una operación sorpresa cuando el Porto ya tenia serios problemas financieros. Ahora, a pesar de haber renovado automáticamente por la cláusula al haber jugado un número determinado de partidos en la temporada anterior, tendrá que buscar nuevo club al ser el mejor pagado de la plantilla.