Con el billete para el Mundial ya en el bolsillo, España se tomó la visita a Israel más como un banco de pruebas que como el partido oficial que era. El resultado fue una victoria sin demasiado brillo (0-1) pero que completa una impresionante fase clasificatoria con nueve victorias y un solo empate en diez partidos. La Roja va así a Rusia como clara aspirante a la victoria con un equipo con una marcada personalidad.

Para los jugadores españoles, es el momento de reivindicarse. Quedan ocho meses para que comience el torneo, y son muchas las plazas que hay por adjudicar, por lo que cada ocasión debe ser aprovechada. Mientras,Lopetegui se dedicó a hacer pruebas. Sacó un 11 con muchísimos cambios, hizo debutar a Jonathan Viera e innovó sacando un doble pivote (Busquets-Illarramendi), algo muy poco habitual en el combinado español en los últimos años.

El resultado no fue demasiado bueno. El dominio fue absoluto de la Roja, pero las ocasiones brillaron por su ausencia en una primera mitad anodina. Israel avisó con varios contragolpes que quedaron en nada, y solo un atrevido Asensio llevó peligro a la meta hebrea, aunque sus centros no encontraron rematador.

El choque se animó a cinco minutos del descanso, cuando Israel estiró algo sus líneas, lo que fue aprovechado por España para montar una veloz contra. Asensio aguantó el balón, se lo dejó a Busquets, que cedió a Viera. El canario avanzó y con un gran pase dejó solo a otro isleño, Pedro. Sin embargo, el del Chelsea falló en el mano a mano ante Hasrush, que aguantó y le ganó el duelo.

Lopetegui siguió con sus pruebas, y metió para arrancar el segundo periodo a Aspas por Ramos, cerrando así con tres defensas. El dominio fue parecido, pero las ocasiones siguieron escaseando, la poblada defensa israelí seguía imponiéndose.

Cuando parecía que el duelo iba a acabar en empate, el tanto llegó tras un córner. La zaga hebrea despejó un balón más, aunque esta vez le cayó a Illarramendi en la frontal, que enganchó un certero disparo que se coló en la meta israelí para poner en ventaja a la selección española.

Lo intentaron entonces los locales con balones colgados, pero el tanto no llegó y España se llevó los tres puntos.