Juventus tenía una chance de lujo para comenzar a encaminar su sexto Scudetto consecutivo en una visita a Napoli que estuvo signada por el morbo generado por el regreso de Gonzalo Higuaín a San Paolo por primera vez desde su pase a la Vecchia Signora. Sin embargo, el equipo de Massimiliano Allegri se conformó con no perder y, con el 1-1, el que se anima a soñar con dar pelea es Roma, que derrotó 2-0 a Empoli y se puso a seis de la cima.

La Juve tuvo la suerte de encontrar el gol en su primera jugada de riesgo, luego de una combinación entre Kedhira y Pjanic que terminó con una buena definición del alemán frente al arquero. A partir de ahí, el partido le quedó servido a la Vecchia Signora para plantear lo que había ido a buscar a Nápoles: una doble línea defensiva atrás bien parada y con un solitario Higuaín como único referente de ataque.

Y le salió bastante bien el planteo a Allegri, porque Chielini y Bonucci estuvieron implacables y porque a Napoli no se le caía una idea para sortear el mar de obstáculos que tenían por delante. Sin embargo, en el complemento el local se hizo dueño de la pelota y comenzó a generar peligro, hasta que Hamsik logró la igualdad tras una muy buena asistencia de Mertens. Con la igualdad, Napoli se fue a buscar los tres puntos contra un rival que se refugió muy atrás y renunció a la posiblidad de ir por la victoria, más allá del ingreso de Paulo Dybala sobre el final.

Con el punto, el conjunto del Sur se quedó a diez de la punta y parece haber quedado afuera de la carrera por el título, que ahora se reduce a solamente dos equipos. El miércoles, ambos equipos volverán a cruzarse en el San Paolo, en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa Italia, donde Juventus llega con una buena diferencia tras el 3-1 que consiguió como local en la ida.