El vestuario azulgrana vivió este miércoles, tras la remontada histórica ante el PSG, escenas de euforia nunca vistas, según cuentan los más viejos del lugar, los que ya han vivido mil batallas y creían haberlo visto todo. “Ni siquiera en Stamnford Bridge vivimos algo así”, exclamaba uno de los veteranos.
El equipo sintió enseguida que había logrado una hazaña histórica y, a pesar de que de momento nadie quiere pronucniar la palabra “triplete” ni dejarse llevar por la euforia, el grupo tiene claro que ahora empieza una nueva etapa y que cualquier meta es posible.
“Esto no termina aquí” fue una de las frases más repetidas la madrugada del miércoles en el vestuario, síntoma de la ambición de los jugadores, que una vez más han resucitado cuando muchos les daban por muertos. El factor decisivo para confiar en sus propias fuerzas es que tanto el cuerpo técnico como los jugadores sienten que están en el mejor momento físico y que ahora es justamente el momento de recoger los frutos de las rotaciones de Luis Enrique.