Flamengo informó que llegó a un acuerdo para poder jugar en el Estadio Maracaná su primer partido de la Copa Libertadores en casa, ante San Lorenzo el 8 de marzo.
El Maracaná fue descuidado después de la Copa Mundial Brasil 2014 e incluso se encontraba sin electricidad y el campo de fútbol no recibía mantenimiento. El anuncio del Flamengo se da después de un largo proceso de evaluación técnica, y el club aseguró que no tiene nada que ver con el proceso de negociación de conseción de la administración del inmueble.
Entre el gobierno local y la empresa Concessionária Maracanã S.A existe una disputa por quién se encargará de tomar control del inmueble, aunque un juez obligó a la segunda a asumir sus obligaciones. Maracanã S.A administraba el estadio y después de los Juegos Olímpicos de Rio 2016 se quejó del pésimo manejo del campo durante las ceremonias de apertura y de clausura.
Flamengo espera aún la culminación de las obras de su propio estadio el Estádio da Ilha do Governador.