El mundo del fútbol tiene cosas lógicas… e ilógicas. Y una de estas últimas ocurrió el miércoles. Edinson Cavani fue noticia ese día en todo el planeta después de marcar su decimonoveno gol de la temporada, contando Ligue 1 y Champions, y celebrarlo con una camiseta en memoria del malogrado Chapecoense. «Fuerza, ACF (Asociación Chapecoense de Futebol)», rezaba el mensaje del atacante uruguayo.

Sin pensarlo, y ateniéndose al reglamento, el futbolista de la Celeste recibió la (im) pertinente tarjeta amarilla de un árbitro que no le perdonó, aplicando el reglamento de forma estricta: «El colegiado me dijo que era un bello gesto, pero que me tenía que sacar la amarilla, que así era el reglamento. Y yo lo entiendo, yo sé que es así, pero lo más importante era el mensaje, por encima de la amonestación». Por suerte, la amarilla no le acarrea sanción de un partido, pero sí suma.

En este sentido, y ante el clamor que en la Ligue 1 hubo ayer para que se la quitaran, intervino el Comité de Disciplina francés. El director arbitral del torneo, Pascal Garibian, anunció que el expediente en sí se tratará el próximo 8 de diciembre: «La apreciación de la emoción por parte del árbitro es apoyada absolutamente por la Comisión arbitral. Fue un bonito gesto, pero no podemos sentar un precedente por ser este caso así».

Edinson Cavani, por su parte, tendrá, salvo que se resuelva en contra ese 8 de diciembre, que cumplir castigo por esta tarjeta cuando llegue al cupo de tres (en 10 choques), que es cuando se cumple un partido de sanción allí.

Su orgullo por lo hecho -nadie tuvo este gesto en ninguna de las Ligas o Copas europeas de esta semana- superaba el posible disgusto de una tarjeta que no obtuvo el perdón arbitral -si es que debía haber existido.

El jugador, además, estaba de enhorabuena en ese partido del miércoles ante el Angers (2-0). El delantero de Salto marcó su gol 14 en la Ligue 1 y conquistó su diana número 100 desde que llegara al PSG en 2013. Una centena de goles en 165 partidos. Ya es el tercer máximo artillero en la historia del club, por detrás del portugués Pedro Pauleta (109) y el sueco Zlatan Ibrahimovic (156), que ostenta el récord absoluto. Ha sido con la salida de Ibra cuando Edi ha rendido más y mejor en el club parisino.

«Lo importante son los títulos colectivos y no el palmarés individual», dijo un Cavani modesto al que media Europa le sacó una tarjeta… a la solidaridad. ¡Chapeau, Edi!

Nadie del entorno más cercano de Cavani, ni siquiera su hermano Walter Fernando, que siempre está junto a él, sabía de la existencia de la camiseta solidaria. Cavani la pintó él mismo… y esperó su gol.