«A Mascherano y a Keita no me los toquéis porque son mis niñitas, unas joyas». De esta manera tan explícita expresaba Guardiola su querencia por dos ‘actores secundarios’ fundamentales para sostener el ‘star system’ de ‘su’ Barça. La inercia de Pep a desviar los focos hacia jugadores no tan habituados a ocupar portadas continuó en Múnich. Su primer ‘ojito derecho’ fue Lahm, le siguió Alaba y cerró su ciclo llevando al primer plano a Kimmich. Los tres responden al perfil de jugadores polivalentes y polifacéticos que cumple también su nueva ‘niñita’ en el Manchester City: Aleksandar Kolarov.

Un concepto futbolístico que plasmó mejor que nadie Martí Perarnau en ‘Herr Pep’: «En el Barça se extendió la idea de que quería tener duplicados todos los puestos de la plantilla. Nada más lejos de la realidad. Lo que pretende es lo opuesto: tener jugadores que puedan ocupar dos posiciones en el terreno de juego. Y, si es posible, tres. Busca jugadores que sean defensa central, lateral en cualquiera de las dos bandas y mediocentro, como Mascherano. Quiere una plantilla reducida. Su ideal sería tener solo 20 jugadores».

«Kolarov es lateral izquierdo. Si le hemos probado de central es porque no tenemos suficientes efectivos», aseguró Guardiola en una de sus primeras comparecencias. Su rendimiento, sin embargo, ha terminado por convencer a Pep. «Sé que es lateral, pero, acorde a la forma en que jugamos contra Sunderland y Steaua, es difícil encontrar un central mejor que él», se ‘retractó’ antes de analizar una a una todas las virtudes del serbio: «Estoy encantado. Es fuerte en el juego aéreo, pasa bien entre líneas, juega bien en largo buscando al extremo derecho… Lo tiene todo para jugar en el centro de la zaga. Es difícil encontrar un central con un pie izquierdo como el suyo». El City ha encontrado «una nueva opción» que se dispute el puesto con Kompany, Otamendi y Stones.

Sus extraordinarias prestaciones, de puertas hacia afuera, no han pasado desapercibidas. «Está jugando a un nivel magnífico. Se le ve a gusto con la pelota. Seguro que Guardiola piensa: ‘¿No es el central perfecto?’. La forma que tiene de salir jugando me recuerda a la de Booby Moore. Tiene un gran talento», asegura Martin Keown, ex del Arsenal.

Su rol, en cierto sentido, recuerda al de Alaba. Ya sea como lateral o central izquierdo, se ha tornado en indiscutible. Kolarov ha disputado ocho de los nueve partidos -descansó en Copa de la Liga ante el Swansea- que ha jugado el City hasta la fecha. En siete de ellos ha sido titular: tres veces partiendo en el eje de la zaga y otras tres en el flanco zurdo.

Contra el Gladbach, en Champions y jugando de lateral, asistió a Agüero en el 1-0, pero su actuación más notable -al menos con balón- llegó en la goleada del pasado fin de semana ante el Bournemeuth (4-0). Kolarov fue el jugador que más veces entró en contacto con la pelota (105 veces) y con el que más combinaron Otamendi (21), Clichy y Bravo (14) y Fernandinho (10). Datos que refuerzan la importancia del serbio, que completó 75 pases de 88 más que ninguno de sus compañeros-, en la salida desde atrás del City. Su influencia abarca todas las zonas del campo. Completó 23 de 23 pases en el tercio defensivo, 36 de 42 en la medular y 16 de 23 en el tercio superior.

Su trascendencia crece bien en uno de los aspectos que subrayaba Guardiola: «Juega bien en largo buscando al extremo derecho». Sus cambios de orientación de más de 30 metros buscando a Sterling -lo intentó con éxito siete veces- desbarataron en múltiples ocasiones el planteamiento de Eddie Howe. Un arma más que sumar al inagotable arsenal de recursos del City en ataque.

Kolarov, sin embargo, resta importancia a los elogios recibidos: «No estoy de acuerdo en que haya ‘resucitado’. No me importa lo que digan los periódicos, llevo haciendo el mismo trabajo en los siete años que llevo aquí». El serbio reconoce, eso sí, que Guardiola ha descubierto una faceta oculta de su juego: «Me probó de central en el primer día de entrenamientos. Nunca había jugado ahí antes. Al inicio de mi carrera era mediocampista o extremo, pero no importa quién o dónde juegue. Lo importante es ganar. Reconozco que como central me estoy divirtiendo porque tenemos mucha posesión y entro más en contacto con el balón que en el lateral».