El deporte en general y el fútbol en particular aguardan desde hoy con incertidumbre un escenario radicalmente distinto al que todos conocemos. La victoria del ‘Brexit’ del Reino Unido por más de un millón de votos se traducirá en la salida de la Unión Europea en un proceso que durará dos años. La agitación que esta medida provocará en el mundo del fútbol será de proporciones similares a la sufrida en 1995 cuando se aprobó la famosa Ley Bosman.

Pero mucho menos de lo que la gente piensa. Para empezar, y por centrarnos en el caso concreto de la Premier League, los futbolistas comunitarios pasaran a ser extracomunitarios. Pero incluso para poder jugar como extracomunitario hay que cumplir unos requisitos que consisten en cumplir una serie de partidos con sus respectivas selecciones en los dos últimos años.

  1. 30% de partidos jugados si la selección está entre el 1-10 del ranking FIFA
  2. 45% de partidos jugados si la selección está entre el 11-20 del ranking FIFA
  3. 60% de partidos jugados si la selección está entre el 21-30 del ranking FIFA
  4. 75% de partidos jugados si la selección está entre el 31-50 del ranking FIFA

¿Y si no se cumplen estos requisitos? Pues tan sencillo como que no podrían obtener un permiso de trabajo y jugar en cualquiera de los campeonatos del Reino Unido. Ni Premier League, ni Premier escocesa podrían acoger a futbolistas que no cumplan esas condiciones.

¿Y los que ya están?. Los futbolistas o deportistas que ya se encuentran actualmente desempeñando su labor en el Reino Unido no sufrirían, en principio, este nuevo escenario, al contrario de lo que mucha gente piensa. Es decir, que todo lo expuesto anteriormente no tiene carácter retroactivo. Pasarían a ocupar plaza de extracomunitario, eso sí. Pero hoy en día la Premier League, por centrarnos en una competición, no tiene un límite de extracomunitarios como pueden tener otros campeonatos. En la liga española, por ejemplo, el límite sí es de tres futbolistas extracomunitarios por equipo en plantilla.

¿Y los fichajes de jóvenes talentos?. Otro aspecto en el que se vería afectado el fútbol británico es en su habitual programa de captación de talentos que tanto ha destacado en los últimos años. Con el nuevo escenario, la legislación de la FIFA en el asunto de menores no se lo permitiría ya que sólo permite el traspaso de menores de edad, pero mayores de 16 años, dentro del espacio económico europeo. Es decir, que casos como los de Piqué o Cesc Fábregas hace años o más recientemente el de Héctor Bellerín no serían factibles con las nuevas condiciones.

En resumidas cuentas, el Brexit afectaría más al futuro que al presente de los deportistas no británicos que trabajan en el Reino Unido. A los que llegarían en los próximos años y no a los que ya están. Es decir, que futbolistas como el español Ander Herrera o el francés Dimitri Payet, que seguirían en la Premier League sin problema alguno, no hubieran podido fichar por un equipo inglés de haberlo hecho tras el Brexit. La situación cambia, cierto, pero lo hace más con vistas a las próximas temporadas y a los futuros fichajes que a los que ya ejercen su vida laboral allí, al menos a nivel de los deportistas de élite.