Claudio Ranieri recibió este lunes el premio Enzo Bearzot, galardón patrocinado por la Federación de Fútbol Italiana (FIGC) que premia al mejor técnico italiano de la temporada futbolística, por la gran temporada protagonizada al frente del Leicester inglés, flamante campeón de la Premier League.
La FIGC premia desde 2011 al entrenador más destacado de su país con un trofeo en honor de Bearzot, seleccionador que llevó a Italia conquistar el Mundial de España en 1982.
”Nunca he conocido a Bearzot, pero el hecho de que se vea en mí su espíritu me da mucho orgullo”, declaró Ranieri al recibir el premio en la sala de honor del Comité Olímpico Italiano (CONI).
Preguntado sobre la histórica hazaña realizada con el Leicester, Ranieri admitió que todavía no se cree la hazaña y destacó también que el ascenso que logró con el Cagliari al principio de su carrera vale como un título.
“Todavía no me lo creo”
”Todavía no me he dado cuenta de lo que hemos hecho. Empezamos para salvarnos y pasó lo que pasó. No es fácil ganar el campeonato inglés, pero mi primer Scudetto lo gané en Cagliari, y ello no lo olvido”, dijo Ranieri, que acaba de ganar su primera liga en 30 años en los banquillos, en alusión a aquel ascenso con el equipo sardo.
Le ofrecen el cargo de seleccionador italiano
Por cierto que Carlo Tavecchio, presidente de la FIGC, ofreció a Ranieri, de 64 años, la posibilidad de dirigir a la selección italiana en un futuro: “Es joven y tiene tiempo”, dijo el dirigente. “En su segunda patria deportiva todavía tiene mucho que lograr. Y no creo que sería fácil privarlo de esa oportunidad”.
Ranieri es el sexto ganador del premio Bearzot, tras Cesare Prandelli (2011), Walter Mazzarri (2012), Vincenzo Montella (2013), Carlo Ancelotti (2014) y Massimiliano Allegri (2015).
Antes de este acto, Ranieri lanzó, en declaraciones a la prensa británica, un aviso a los rivales del Leicester en la Champions la próxima temporada. “Muchos equipos quieren enfrentarse a nosotros porque por primera vez estamos en Europa y piensan que somos ‘outsiders’. Somos ‘outsiders’ pero peligrosos. Los ‘outsiders’ pueden ser peligrosos”.