Maximiliano Barreiro, delantero de Delfín Sporting Club, charló con la estación radial LA DEPORTIVA y comentó acerca del momento que vivió, junto a su familia, mientras el terremoto sacudía al país, la pasado noche del sábado. El atacante ‘cetáceo’ admitió sentir impotencia y mucha preocupación en estos días.

«Esperamos que pronto se recupere el país de esta situación. Queremos que este trago amargo pase lo más pronto posible. Me vine para Guayaquil para proteger a mi familia. Cuando el terremoto ocurrió se me vino el mundo abajo, manifestó el jugador argentino de 31 años de edad.

«El domingo buscamos agua en la casa de Rodrigo Canosa. Me encontré con gente atrapada que pedía ayuda. No te olvidas de esto nunca, porque te deja marcado. Se te van las lágrimas, no puedes hacer mucho por la gente. A la luz del día se vio toda la magnitud. Ha sido una desgracia», agregó.

«Estamos hablando con todo el grupo. Parece que se va a decidir que entrenaremos en Guayaquil y que las familias vendrán acá. Mandé a mi gente para Argentina y me quedaré solo un tiempo. Quiero mucho a este país, estoy cerca de tres años y no es momento de salir corriendo del lugar que te ha dado tanto», comentó.

Nota de: Víctor Loor Bonilla