Luego de la proeza alcanzada por el Liverpool ante el Borussia Dortmund en la UEFA Europa League, es importante recordar ciertas remontadas que marcaron momentos históricos en diferentes competiciones del fútbol mundial. A continuación algunas de ellas:

AC Milan 3-3 Liverpool, final Liga de Campeones 2004-05. El conjunto británico se fue al descanso con un 3-0 en contra, pero durante el complemento igualó las cifras, obligando una definición que terminó desde la tanda de penales, adjudicándose el trofeo en una de las finales más recordadas de la historia de este deporte.

Bayern Munich 1-2 Manchester United, final Liga de Campeones 1998-99. Esta final disputada en el Camp Nou es la máxima definición de confiar en ti mismo hasta el último momento. Los alemanes se habían adelantado con gol de Bassler y tuvieron para ampliar el marcador pero no lo hicieron. Los ingleses reaccionaron al minuto 90 con gol de Sheringham, la auténtica sorpresa llegaría dos minutos más tarde cuando Ole Gunnar Solskjaer interpuso su pierna para hacer ganar 30 años después la segunda Copa de Europa al United ante el dolor del Bayern.

AS Mónaco 3-1 Real Madrid, cuartos de final de la Champions 2003-04. El equipo monegasco dirigido por Didier Deschamps y con figuras como Ludovic Giuly, Fernando Morientes decretaron el final de los ‘galácticos’ en el equipo blanco. Tras el 4-2 de la ida y con el gol inicial de Raúl todo parecía definido para el Madrid. Pero el Mónaco reaccionó y se llevó la clasificación de manera brillante.

Brasil 1-2 Uruguay. La final del Mundial de 1950, disputada en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro, parecía una carrera ganada para el anfitrión, cuestión que Friaça parecía ratificar al abrir la cuenta en los 47′. Sin embargo, el talentoso Juan Alberto Schiaffino instaló el suspenso en los 66′ y el potente artillero Alcides Ghiggia silenció todo un país 13 minutos más tarde anotando el gol del triunfo «charrúa» en el «Maracanazo».

Alemania Federal 3-2 Hungría. Final del Mundial 1954 (El Milagro de Berna); En la primera mitad de la década del ’50, el equipo húngaro deslumbraba al mundo entero con figuras de la talla de Ferenc Puskas y Sandor Kocsis -conocidos como «El equipo de Oro»-, quienes en la fase grupal habían goleado 8-3 al mismo rival del pleito definitivo. En la final, disputada en Berna, Hungría ganaba por 2-0 en los 8 minutos de juego. El conjunto germano revirtió la historia con una anotación de Max Morlock y dos de Helmuth Rahn, la última a seis minutos del final del compromiso.