El brasileño Ronaldo Nazario ha entrado este lunes en la «Hall of Fame» del futbol italiano como «mejor futbolista extranjero», junto a otras estrellas como el técnico del Inter Roberto Mancini o Marco Tardelli, campeón del mundo en 1982, en un evento organizado por la Federación italiana en Florencia.

Ronaldo, exfutbolista de Inter y Real Madrid, aseguró que su ambición nunca ha sido la de ser «el mejor» y que solo trató de «mejorar cada día», desde cuando era pequeño. «El talento no es innato, hace falta mucho trabajo», añadió.

«Me acuerdo que de niño me levantaba a las nueve de la mañana para ver el futbol italiano. En Brasil soñaba con jugar en Italia, y el futbol italiano sacó lo mejor de mí», declaró en el acto.

Preguntado por los niños de algunas escuelas invitadas sobre su lesión a la rodilla, Ronaldo aseguró que se recuperó porque el futbol es «el gran amor» de su vida.

«Cuando me lesioné a la rodilla, en esos años no había precedentes en el futbol. Ni siquiera sabían como curarme y a la primera intervención, tras casi siete meses, no podía doblar la pierna. Tenía miedo, pero siempre me entregué a la fe. Me importaba tanto que hice todo para volver. El futbol al final es el gran amor de mi vida», dijo.

En el acto fueron premiados además el técnico del Inter, Roberto Mancini, el campeón del mundo en España 1982 Marco Tardelli y Gianluca Vialli, entre otros símbolos del futbol italiano.

Asimismo, fueron asignados «Premios a la Memoria» a los fallecidos Giacinto Facchetti, Helenio Herrera y Umberto Agnelli.