No es fácil pero están ilusionados. En Barcelona Sporting Club se respira un aire de estabilidad, tranquilidad pero sobre todo esperanza. El directorio amarillo presidido por José Cevallos es el protagonista en esta nueva historia que promete.
Un club tan popular como problemático es difícil de administrar, sin embargo los dirigentes que fueron electos el pasado 1 de octubre parece que han encontrado el manual correcto para sacar del abismo donde había caído la institución. Orden y planificación en todas sus áreas destacan en este nuevo mandato.
En Esmeraldas se trabaja lo que mostrará el equipo canario en el torneo nacional y en la Copa Sudamericana. Un total de 30 jugadores practican tres veces por día en el Centro de Alto Rendimiento de Río Verde; en esa nómina destacan 11 caras nuevas.
Futbolistas de la talla de Damián Díaz, Segundo Castillo, Christian Suárez, Cristian Penilla o incluso Mario Pineida son quienes han sido considerados para jerarquizar el conjunto torero que en la temporada anterior anduvo a la deriva de la gloria. Mientras que jugadores como Richard Calderón, Darío Aimar, Kevin Becerra y Xavier Arreaga son los futbolistas llamados a aportar juventud.
Regate, habilidad, velocidad, potencia, desborde, marca, contención, fútbol aéreo, son, -quizás-, las principales virtudes que el técnico Almada ha incorporado a su equipo. Un conjunto que tiene todo para poner primera y arrancar con los desafíos, que son grandes. A la altura de la historia del club.
La pirámide amarilla tendrá que reconstruirse para un año tan intenso como el que transcurrió. Son demasiados temas importantes en diferentes esferas que habrá que mejorar. El éxito de la determinación será evaluado según las conquistas.