El presidente del Comité Organizador del Mundial de 2006 en Alemania, Franz Beckenbauer, niega tajantemente en una entrevista publicada este sábado en el diario Süddeutsche Zeitung haber comprado votos para obtener la competición.
El ex internacional alemán, sin embargo, no aclara los principales puntos oscuros de la trama desvelada hace un mes por Der Spiegel, desde el origen y destino de los 6,7 millones de euros pagados a la FIFA hasta el documento firmado por él mismo que podría constituir un delito de intento de cohecho.
“La acusación es falsa. No teníamos ningún dinero en absoluto”, afirma Beckenbauer, que asegura, en la primera entrevista concedida desde que se difundieron las acusaciones, que él y su equipo se limitaron a promover su candidatura y tratar de convencer al mayor número de personas posible por vías legales.
El presidente del Comité Organizador del Mundial de 2006 señala en repetidas ocasiones que él era la cabeza del organismo, pero que no llevaba personalmente la mayoría de las cuestiones técnicas y administrativas.
Para estas cuestiones estaba Robert Schwan, muerto en julio de 2002, recuerda el exjugador alemán: “Antes Schwan lo resolvía todo para mí”.
“¿Sabe todo lo que firmé entonces? Miles de cartas, miles de declaraciones, miles de acuerdos. Siempre firmé todo, incluso llegué a firmar en blanco”, declara.
Sobre los 10 millones de francos suizos (6,7 millones de euros) pagados a la FIFA para obtener una ayuda de 250 millones de francos, Beckenbauer dice que sólo recuerda que la federación internacional así lo solicitó, a pesar de que resulte “extraño”. “Fue nuestro error, no preguntar por qué”, reconoce. Asegura no recordar haber suscrito un pagaré por 10 millones de francos: “Firmé muchas cosas sin leer. Ni idea”.
Con respecto al contrato que firmó junto a Jack Warner, exvicepresidente de la FIFA y presidente de la CONCACAF, seis días antes de que se decidiese qué país acogería el Mundial de 2006, el que finalmente obtuvo Alemania, indica que “siempre” firmaba sin leer.
La Federación Alemana de Fútbol (DFB) considera que este documento, una declaración de intenciones por la que Alemania se comprometía a apoyar a la CONCACAF y por la que Warner obtenía contrapartidas no económicas, es un intento de cohecho.
“Cuando confío en alguien, firmo todo. En blanco. Siempre firmo”, responde para decir a continuación, al ser interrogado por el entrevistador, que no le sorprendería que apareciesen otros documentos controvertidos. “Visto desde el presente, algunas cosas parecen extrañas y algunas no se harían hoy así. Pero entonces las hicimos con buena intención”, admitió.