Ayer, Felipe Caicedo volvió a marcar en la Liga BBVA, esta vez en la derrota del Espanyol sobre Eibar. Cuando ‘Felipao’ consiguió su anotación, celebró poniendo su dedo en la boca (silenciaba a las gradas). La sorpresa es que el Espanyol fue local; entonces, ¿por qué celebró así?

El delantero ecuatoriano conversó con DIARIO SPORT de Barcelona y alegó que esa seña fue dedicada para una persona en concreto. «Los silbidos no son confortables, a nadie le gusta jugar con la afición en contra, ni que le silben desde el minuto veinte. El silencio no fue para los 20.000 aficionados, había escuchado insultos y fue para ellos», indicó ‘Felipao’.

Luego, el atacante de ‘La TRI’ admitió que su equipo cayó por falta de concentración. «Quizá nos está faltando concentración. El hecho de volver de fiestas puede que haya influido un poco, pero son aspectos que se pueden mejorar», sostuvo el ex jugador del Levante español.

Nota de: Víctor Loor Bonilla