Lo que pasó en el partido entre Oriente y Universitario de Sucre fue digno de un pase de comedia.

Resulta que ambos equipos de la Primera de Bolivia decidieron jugar de blanco: Oriente con su camiseta titular y la U con la suplente. Supuestamente, el cuarto árbitro, Fernando Quispe, había revisado las indumentarias una hora antes del inicio, pero parece que no se dio cuenta del problemita… ¿Síntesis? A las 19, ambos equipos estaban en cancha vestidos iguales. Con ese panorama, el partido no iba a arrancar salvo que uno de los dos cambiara de color la casaca.

¿Se resolvió, entonces? Para nada. ¿Por qué? Ninguno de los dos había llevado una camiseta alternativa. ¿Qué hicieron? El delegado de Universitario mandó al utilero al mercado local La Ramada para que comprara camisetas falsas del club, mientras que los dirigentes de Oriente mandaron al suyo a su sede para traer indumentaria.

Se quedaron esperando hasta que llegó la solución. ¿Quién la trajo? El de la U, con una tanda de camisetas rojas. ¿Eran las falsas de Universitario? Falsas, sí, pero no justamente de la U.

Eran todas camisetas del Stuttgart alemán, que hasta tenían la publicidad de Mercedes Benz. Y hasta los números coincidían. Casi un partido de la liga amateur, casi.

Los de Universitario se calzaron la del Stuttgart, y a la cancha. Pero parece que la elección no les dio mucha suerte, ya que Oriente lo goleó 4 a 0, con tantos de Dos Santos, Estigarribia, Meleán y Vargas. Faltaban Nico Cabré y Adrián Suar… Insólito.