Un enorme lienzo se despliega en una galería del Estadio del Ejército Polaco. Un cerdo vestido de ejecutivo, el logo de la UEFA y un duro mensaje: «Porque el fútbol no importa. El dinero sí». El enojo de los hinchas del Legia de Varsovia, uno de los clubes más importantes de Polonia, pero de modesta valía a nivel europeo, se hacía sentir.

Razones tienen. Su equipo estuvo a punto de ingresar a la fase de grupos de la Liga de Campeones por tercera vez toda su historia de más de cien años. De hecho, en teoría lo lograron, pues en la fase previa se encontraron con el Celtic de Escocia, al que apalearon por un marcador global de 6-1; 4-1 jugando en casa, y un 2-0 de visitantes.

Sin embargo, un insólito error y un lío burocrático les arrebató el sueño. Cuando quedaban cuatro minutos para el final del segundo partido, el técnico ordenó el ingreso del defensor Bartosz Bereszynski, olvidando el detalle que este había sido suspendido partidos atrás por una expulsión. La UEFA tomó nota del asunto y no tuvo piedad. La victoria fue anulada por alineación indebida y se declaró ganador al Celtic por 3-0. El 4-4 final favoreció a los escoceses por el gol de visitante, e increíblemente se les otorgó el acceso al prestigioso torneo, mientras que los ganadores legítimos debieron conformarse con la Europa League.

Peor aún: El Legia no había alineado a Bereszynski en ninguno de sus tres partidos anteriores en la Champions de este año, en los que podría haber cumplido su sanción, pero el defensa no fue incluido en el registro correctamente, con lo que, a efectos prácticos, seguía sancionado. Este «error en el papeleo» no fue valorado como justificativo por la Federación Europea, que se mantuvo firme en su decisión.

Por eso la grotesca caricatura y la declarada molestia de los hinchas. Por eso se enarboló tan dura crítica. El lienzo, que fue desplegado en medio del partido ante el Aktobe de Kazajistán -al que vencieron sin problemas en la llave copera por un 3-0 global- comenzó a circular en las redes sociales al mismo tiempo que se llevaba a cabo el sorteo de la Champions. Para colmo, el nombre de los beneficiados, el Celtic, ni siquiera figuró en la ceremonia: Desperdiciaron la oportunidad de ingresar al torneo al perder ante el modesto Maribor esloveno. Ellos son los que jugarán con los mejores clubes de Europa.