Gabriel Batistuta, como en su mejor época, convirtió desde 30 metros en un partido a beneficio jugado en el estadio de la Fiorentina. Problemas en el tobillo derecho le impiden jugar con frecuencia, pero demostró que, al hacerlo, mantiene intacto su olfato.

Habían pasado 53 segundos de La partita del Cuore (Partido del corazón), cuando sacó un tremendo remate que hizo revivir sus años dorados como ídolo en Florencia.

«Hace tanto que no juego a la pelota. El tobillo no me lo permite, pero cada tanto pateo…», advirtió el argentino antes de volver a jugar en el estadio Artemio Franchi, que lo vio gritar sus mejores goles y este lunes fue testigo de su reaparición.

El máximo goleador histórico de la selección argentina anotó dos goles y fue el gran protagonista de una noche que contó con otras figuras, como Javier Zanetti, Luca Toni y Antonio Di Natale.