Se jugaba la final de la Copa de Bulgaria entre Ludogorets y Botev. Todo se desarrollaba con normalidad, hasta que en el minuto 60 pasó algo inesperado y asombroso. Los hinchas, lanzaron pirotecnia y provocaron que, el borde, y parte de la cancha, se incendiara. Este acto violento, ocasiono que el partido sea interrumpido.