La Conmebol suspendió este miércoles a la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), luego de la polémica por la renuncia de la directiva en pleno.

La noticia fue dada a conocer en plena asamblea de clubes que se desarrolla en la AUF para nombrar oficialmente a Óscar Curutchet como el nuevo presidente de la Asociación.

De acuerdo con la prensa uruguaya, el país ahora no podrá participar en el Comité Ejecutivo, promover candidatos ni presentar propuestas, sin embargo, no afecta el ámbito deportivo.

La AUF puede presentar una apelación de ser la dura medida ratificada en el congreso de la Conmebol del 9 de julio de 2014.

Curutchet será el nuevo presidente de la AUF en sustitución de Sebastián Bauzá, que presentó la renuncia a su cargo el pasado lunes, según acordaron hoy los equipos de la primera división del fútbol uruguayo.

El nuevo presidente será designado oficialmente en una Asamblea de Clubes, máximo organismo de decisión de la AUF, que se celebrará esta noche.

Curutchet, de 37 años y a punto de graduarse como abogado, es presidente del club Danubio y, en principio, ocupará el cargo hasta la finalización de la Copa del Mundo de Brasil 2014 período en que debía finalizar el mandato del Consejo Ejecutivo encabezado por Bauzá y que renunció en pleno en medio de una polémica por la seguridad en los principales estadios del país.

El nuevo presidente será acompañado por cuatro directivos de otros equipos que se definirán en la asamblea.

Curutchet destacó que el fútbol uruguayo tiene «muchos problemas por resolver» entre ellos las dificultades económicas de los clubes y asuntos de seguridad.

En cuanto a la selección uruguaya aseguró que se le facilitarán las cosas para que pueda realizar la «mejor preparación posible» de cara al Mundial de Brasil.

Uruguay será cabeza del Grupo D de la Copa del Mundo y se enfrentará con Costa Rica, el 14 de junio, Inglaterra, el día 19, e Italia el 24 de junio.

La primera tarea de las nuevas autoridades de la AUF será lograr que los clubes aprueben el código disciplinario recomendado por FIFA, que endurece las penas para las instituciones cuyos seguidores generen incidentes.

La aprobación de ese código fue la condición que puso el Gobierno uruguayo del presidente José Mujica para levantar la medida de no enviar policías al Parque Central, campo del Nacional, y el estadio Centenario, donde juega de local sus partidos el Peñarol, actual campeón de la Liga.

Mujica dio la orden de retirar la custodia policial de esos escenarios debido a los repetidos incidentes generados por seguidores de ambos equipos.

El último de esos incidentes ocurrió en el partido entre Nacional y el Newell’s Old Boys argentino correspondiente al grupo 6 de la Copa Libertadores, la semana pasada.

Los enfrentamientos al final de ese encuentro dejaron un saldo de 40 hinchas detenidos y 13 policías heridos.