Xavi Hernández tiene en mente el Mundial a mitad de año y obviamente existe una cuenta pendiente: la final de la Copa FIFA Confederaciones en el estadio Maracaná, en la que Brasil exhibió una verdadera lección de fútbol sellada con un contundente 3-0. Sobre ese partido, su peculiar temporada y la sed de revancha para con la Seleção habló con FIFA.com.
Teniendo en cuenta su pasión para analizar el juego desde lo táctico, ¿ha encontrado explicación a la diferencia tan notoria entre Brasil y España en la final de la Copa FIFA Confederaciones?
Creo que se debió a no llegar en un buen momento físico. Nos afectó muchísimo esa semifinal, la prórroga contra Italia. Y a Brasil el hecho de marcar en el minuto uno le vino bien para deshacerse de la presión de jugar en casa. Fue un partido en que nos salió todo al revés y a ellos todo de cara. Pero, siendo justos, vimos a un Brasil mejor que España. Aún así, ha sido una experiencia positiva de cara al Mundial. Ya conocemos las condiciones climatológicas, con qué nos vamos a encontrar en caso de que nos enfrentemos a Brasil. Diría que ellos supieron superar la presión de ser el anfitrión.
Mucho se habló del himno brasileño en ese partido, así como el clima intimidante del Maracaná. Al nivel profesional que juegan ustedes, ¿cuál es la influencia verdadera del entorno en el rendimiento de un equipo?
El entorno favorable siempre ayuda, aunque muchas veces puede ser contraproducente. A lo mejor puede significar una presión añadida y a esa presión hay que superarla. Brasil marcó en el primer minuto y en el último de la primera parte, un punto a favor extraordinario. Recuerdo una jugada de Pedro que salvó David Luiz, era el empate, y hubiera cambiado el partido. Pero Brasil jugó a un nivel de exigencia excelente: nos presionó, movió bien el balón, nos supo jugar bien y nos apretó. No nos dejó jugar.
Ahora el destino quiso que tal vez tengan su revancha en octavos…
(interrumpe) ¡Ojalá! Ojalá… o en la final, ¿por qué no? Hombre, claro. Sabiendo que se trata de un Mundial y conociendo la dificultad del grupo que nos ha tocado, ellos tampoco tienen un grupo fácil. El fútbol siempre te da revancha. Ojalá sea en el Mundial y cuanto más lejos, mejor.
¿Hablan de esa probable revancha en la intimidad del grupo?
No, no. Simplemente que nos ha tocado un grupo difícil, muy complicado. Realmente de los más difíciles del mundial. Y vamos a competir, tenemos mucha ilusión de hacer las cosas bien, de volver a revalidar el título pero siendo cautos y prudentes. Conocemos la dificultad que implica jugar un Mundial y ya, desde el principio, con el grupo que nos ha tocado. Si no es el más difícil, está entre uno de los dos más difíciles.
¿Cómo siguió el sorteo?
En casa, estaba allí.
¿Y qué pensó cuando vio salir a Holanda en el grupo?
Bueno (piensa)… Son anécdotas o historias del fútbol que sorprenden. Una final del Mundial es ahora el primer partido del grupo. Pero es así el sorteo, así de puro, y nos ha tocado otra vez con Holanda y una Chile que está muy fuerte, a la que nos hemos enfrentado varias veces. Y luego Australia, que vamos a ver cómo está. Sobre el papel es un grupo realmente difícil.
Le escuchamos decir que este será su último Mundial, ¿es así?
Lo más seguro, sí… (ríe)
¿Eso vuelve a la previa diferente a las anteriores?
No, no creo. Llegaré con la máxima ilusión posible y espero estar en buenas condiciones físicas. De momento me estoy sintiendo bien y con las ganas de participar y hacer un gran Mundial. Que España llegue lo más lejos posible y si reconquistamos ese título, sabiendo la dificultad que conlleva, todavía mucho mejor. Claro que sí. Me gustaría despedirme del Mundial en buena forma.