Fiscales brasileños investigan si los dirigentes de un club de primera división recibieron dinero para descender a segunda y así favorecer a un equipo con más tradición, en otro escándalo en el país sede de la Copa del Mundo.

Mientras el mundo del fútbol se enfoca sobre Brasil, aún hay incertidumbre sobre la forma en que se jugará el torneo local este año luego que una polémica decisión del tribunal deportivo modificó los resultados del campeonato pasado.

Las disputas legales pueden provocar que la liga brasileña no inicie y puede convertirse en un caso para la policía de conformarse las acusaciones de soborno.

Los fiscales investigan si el Portuguesa, un club modesto, usó a un jugador en forma irregular a sabiendas de que eso podría provocar su descenso, lo que permitiría al Fluminense mantenerse en la primera división.

Esa podría ser el golpe más reciente a la imagen de Brasil. El país ha enfrentado problemas en los preparativos del Mundial al grado de que la ciudad de Curitiba aún está en peligro de que se le retire la sede y durante 2013 hubo varios episodios de violencia en los estadios.

«Tenemos que averiguar si alguien obtuvo dinero con esto y tenemos señales que nos llevan a eso», expresó el fiscal de Sao Paulo, Roberto Senise, a los medios brasileños. Agregó que ocho personas ya han sido interrogadas por este caso.