Los goles del inglés Leon Osman y el croata Nikica Jelavic sirvieron el sábado al Everton para imponerse a un Manchester City (2-0) que no supo remontar el encuentro con superioridad numérica y que ve cómo el Manchester United puede sacarle quince puntos de ventaja al frente de la Premier.
Los locales, que se sirven de los tres puntos para superar momentáneamente al Arsenal en el quinto puesto de la tabla, que da derecho a disputar la Europa League, dominaron el juego en la primera parte y supieron resistir los embates de los de Roberto Mancini en la última media hora con un hombre menos por la doble amarilla al sudafricano Steven Pienaar.
Los Citizens, a quienes les falló la fortuna durante todo el encuentro, podrían haber reconducido el duelo al filo el minuto noventa, en una jugada en la que reclamaron manos del belga Marouane Fellaini en el interior del área pero que el árbitro no apreció como penal.
Sin el argentino Sergio Kun Agüero, apartado por problemas en la rodilla, el técnico italiano del City confió su ataque al bosnio Edin Dzeko y al también argentino Carlos Tevez, que comenzaron el encuentro con dificultades para hacerse con el balón.
La primera media hora de juego evidenció que los Citizens, a pesar de que esta semana aseguraban que todavía podían luchar por el título de liga, ven a los Diablos Rojos demasiado arriba para alcanzarles.
Al City le costaba hacer circular el balón mientras que los locales, que sabían que una victoria les aupaba a plazas europeas, luchaban cada balón como si disputaran una final.
Mejor organizado, y ante un equipo que perdía el balón con cierta facilidad, el Everton ejercía una presión en el medio campo que impedía trabajar a los medios Citizens y acorralaba a los de Mancini en su propio terreno.
Tras veinte minutos naufragados bajo la lluvia que caía en el Goodison Park, el orgullo de los actuales campeones de la Premier salió a flote como un destello alrededor del minuto veinte, cuando encadenaron varias jugadas de ataque, lideradas por Tevez y el español David silva, que podrían haber desestabilizado a los de Moyes.
El Everton sacó entonces su dureza defensiva y, con varias entradas contundentes que costaron la primera amarilla a Pienaar y al belga Marouane Fellaini, lograron contener el arrebato de los visitantes.
En ese momento, cuando la balanza del choque parecía tender hacia el equilibrio, llegó el gol del Everton: el irlandés Séamus Coleman aguantó el balón durante varios segundos en el pico del área y logró atraer, como un imán, a dos defensas del City, que olvidaron prestar atención a Osman.
El inglés entraba por el centro y no necesitó controlar el pase que le sirvió Coleman, sino que conectó el balón con el exterior de la bota dotándolo de un poderoso efecto que dejó clavado en la línea a Joe Hart mientras el cuero se colaba rozando su palo izquierdo.
Los locales se encontraron con su mayor dificultad en el minuto 60, cuando Pienaar cometió una dura falta sobre el español Javi García y vio la cartulina roja.
Con superioridad numérica, el City reaccionó y arreció en el ataque, pero se acabó apagando a medida que pasaban los minutos: el argentino Pablo Zabaleta tuvo su opción ante el portero eslovaco Ján Mucha, que acertó en su salida, mientras que el árbitro pudo cambiar el rumbo del encuentro al no señalar un penalti a favor de los visitantes.
Fellaini interceptó con la mano un remate de Tevez en el interior del área, pero el colegiado apreció que la infracción se produjo más allá de la línea y decretó un lanzamiento de falta que acabó estrellado en la barrera.
Con los Citizens rendidos, el croata Nikica Jelavic remató el duelo con un tiro bombeado que superó por segunda vez esta tarde a Hart.