Un fuerte grito de Juan Carlos Paredes durante la práctica vespertina del lunes alertó a más de uno poniendo a trabajar de inmediato al cuerpo médico del Barcelona.

En una jugada fortuita al luchar por el balón, la Hormiga quedó trabado en la pierna de Roosevelt Oyola e inmediatamente se escuchó la queja por el dolor lo que hizo pensar que se trataba de una lesión de gravedad.

Esta mañana se informó que aunque el dolor continúa, la hinchazón cedió lo que descartaría una lesión de gravedad, pero se le realizarán los chequeos de rigor para descartar cualquier problema.

De momento el jugador no trabaja a la par de sus compañeros y se encuentra bajo el tratamiento del cuerpo médico.