Diego Armando Maradona está encerrado, cumpliendo a rajatabla con la cuarentena que ordenó el Gobierno Nacional para evitar la propagación del coronavirus. Desde que se suspendió el fútbol, el Diez se recluyó en su casa de Bella Vista y el contacto con sus seres queridos lo mantiene vía telefónica o redes sociales. Dos personas de su entorno son las que pasan el día a día con él, dentro de la medida de aislamiento impuesta por el presidente Alberto Fernández. Y su médico personal se encarga de hablar todos los días para saber cómo se encuentra. Los cuidados son entendibles ya que Diego, de 59 años, está dentro del grupo de personas de riesgo debido a sus antecedentes cardiológicos (sufrió una arritmia de miocardio en el 2000), además de su hipertensión arterial.

Antes del parate del fútbol, Maradona ya había dejado en claro su postura de que había que suspender los partidos en la Argentina. Así lo hizo saber cuando River decidió no presentarse a jugar su encuentro ante Atlético de Tucumán por la primera fecha de la Copa de la Superliga. «Mirá que a mí las Gallinas no me van, pero los banco a morir», declaró luego del empate de Gimnasia ante Banfield en el Bosque, la noche en la que se abrazó con Julio César Falcioni y ambos manifestaron su deseo de que no se siguiera jugando.

«Hoy nos toca estar separados, pero más unidos que nunca. Quedate en casa”, escribió el Diego en sus redes cuando el presidente Fernández decretó la medida de la cuarentena. Mientras pasa el día mirando mucho fútbol y usando sus redes sociales para enviar mensajes de apoyo como el que le mandó al Loco Gatti, se cuida del contagio. ¡Cuidate, Diez!