Atlético de Madrid está atravesando la peor racha de partidos consecutivos recibiendo goles con Diego Simeone como entrenador, una situación que deberá eliminar con urgencia si no quiere bajarse prematuramente de la pelea por el título de LaLiga .

Jan Oblak lleva ya siete partidos seguidos yendo a buscar la pelota dentro de su arco. Nunca le había pasado a él en el Atleti y jamás al Atleti desde la llegada del Cholo. Las dos peores rachas anteriores habían sido de seis partidos (una terminó en marzo de 2017 y la otra, en agosto de 2014).

Son ya demasiados encuentros seguidos para uno de los dos mejores metas del campeonato. Y demasiados también para un equipo, el de Simeone, abonado al 1-0 o a ganar sin sobrarle mucho. El problema se hace todavía más evidente en tiempos en los que al Atlético le falta precisamente gol: apenas hizo 22 en 20 partidos de la temporada.

Uno el Barcelona, otro la Juventus, otro el Granada, otro el Espanyol, dos el Bayer Leverkusen, uno el Sevilla y otro más el Alavés. Ocho goles en los últimos siete compromisos, contando Liga y Champions, y varios puntos importantes dejados en el camino.

No deja Oblak su valla invicta desde el pasado 26 de octubre, cuando los capitalinos vencieron al Athletic Club de Bilbao 2-0 en el Wanda Metropolitano, allá por la décima jornada liguera.

Desde entonces anotaron Alavés, Sevilla, Bayer Leverkusen por duplicado, Espanyol, Granada, Juventus y Barcelona. La ausencia de valla invicta es una de las claves para entender que el liderato esté cada vez más lejano para los rojiblancos: en el campeonato doméstico, Atlético de Madrid llega a 25 puntos tras sus primeros 15 partidos, su cifra más baja a estas alturas con Simeone como entrenador (los mismos que en la campaña 2016/17).