El Real Madrid intentará romper este miércoles, ante el Galatasaray, la maldición europea que parece perseguirle desde el 23 de octubre de 2018. Desde la fecha de su última victoria en Champions en el Santiago Bernabéu.

En efecto, ese día el Real Madrid de Julen Lopetegui, que sería destituido al siguiente partido (5-1 en el Camp Nou), ganaba al Viktoria Plzen en Chamartín por un ajustado 2-1. Desde entonces, los blancos han disputado otros tres encuentros europeos en casa, sin conseguir ganar ninguno de ellos.

El primer tropiezo tuvo lugar ante el CSKA Moscú, el 12 de diciembre, ya con Santiago Solari en el banquillo blanco. Los rusos se pasearon en el Bernabéu logrando un rotundo 0-3 con que cerraron la fase de grupos del torneo.

Tres meses más tarde, el Ajax de De Jong y De Light visitaba Madrid en la vuelta de octavos de final. El 1-2 del partido de ida teñía de blanco la eliminatoria, pero el incontestable 1-4 de los holandeses apeó a los de Solari, que perdería el cargo al siguiente partido, pese al 1-4 con que saldó su visita al Valladolid.

Y el tercer eslabón de esta cadena de tropiezos blancos en casa se firmó el pasado 1 de octubre cuando el Brujas, en partido de la segunda jornada de la fase de grupos, se llevaba un sonrojante 2-2 para el viaje de vuelta.

Esta noche, un tropiezo en forma de derrota podría complicar mucho la vida del Real Madrid en la Champions. Tanto como que lo relegaría a la tercera plaza del grupo, con la perspectiva de tener que recibir al PSG, que tendría la oportunidad de apuntillar a uno de sus grandes rivales en la lucha por el título, y de visitar al Brujas. Motivos más que sobrados para romper la racha de un año y 14 días sin ganar en Champions en el Bernabéu.