Este lunes se puso en marcha el tercer proyecto de Ernesto Valverde al frente de Barcelona. Y lo hizo con importantes novedades respecto de la pretemporada de hace un año, cuando el técnico apenas pudo contar con un par de fichajes para realizar la previa y ni una sola de sus figuras debido a que venían de disputar el Mundial. Por lo tanto, gozaron de más vacaciones. Había, además, lesionados así que las primeras sesiones hubieran sido en familia si los chavales del B no reforzaban los primeros entrenamientos. En esta ocasión sucede todo lo contrario.

Por empezar, el Txingurri ya tiene desde este primer día a Norberto Neto, Frenkie De Jong y Antoine Griezmann, a la espera de que pueda llegar algún que otro lateral y, quien sabe, si podrá incorporar incluso a Neymar, aunque todavía le faltan muchos capítulos a una novela cuyo desenlace puede ser cualquiera, desde que siga en el PSG hasta acabar nuevamente con la casaca blaugrana. Mientras ello no suceda, el Barça se centra en lo suyo.

Un total de 15 jugadores fueron citados a primera hora de la mañana para ejercitarse en sesiones diarias dobles a lo largo de toda la semana antes de viajar el próximo sábado en dirección a Japón, donde tendrá lugar la primera de las dos giras internacionales que Barcelona realizará este verano europeo. Sólo faltan los internacionales que disputaron la Copa América: Lionel Messi, Luis Suárez, Philippe Coutinho, Arthur y Arturo Vidal. Ninguno de ellos acompañará al equipo en tierras niponas pero sí estarán en Estados Unidos para medirse a Napoli en Miami y Michigan.

Si no hay contratiempos, Valverde podrá contar con los 20 jugadores del primer equipo y sólo llevará a cinco del filial, a diferencia de hace un año cuando la mitad de la expedición azulgrana a Estados Unidos eran miembros del equipo B. Además, el entrenador tiene a todos sus efectivos disponibles después de que Marc-André Ter Stegen y Ousmane Dembélé recibieran el alta médica.