Es necesario acertar con el diagnóstico porque si no se pueden tomar decisiones erróneas. En el caso del Barça se puede resumir en tres supuestos encadenados. Siempre hay excepciones, pero en general la enfermedad está en Europa, fuera de casa, ante equipos muy intensos y físicos y cuando hay partido de vuelta o una ventaja muy notoria.

1. El Barça tiene un problema concreto en los partidos fuera de casa en Champions

No lo tiene en la Liga, ni en la Copa ni cuando juega contra el Madrid. Ante los blancos el nivel de concentración blaugrana es altísimo del primer al último minuto. Tampoco aparece tan nítido en el Camp Nou en la máxima competición europea, donde el equipo juega más arropado por la grada.

2. Los equipos difíciles son intensos, físicos y rápidos

El Barça perdió ante el PSG de Emery en el Parque de los Príncipes por 4-0. También en Turín ante la Juventus por 3-0 y contra la Roma por 3-0 y el Liverpool por 4-0. ¿Qué tienen en común la mayoría de estos equipos? Sus jugadores son intensos, físicos y veloces. En eso el Barça es superado. Ya lo fue en Kaiserslautern con el Dream Team y el milagroso gol de Bakero o por el Inter de Mourinho
(3-1) o en la final de la Copa de Europa en Atenas ante el Milan (4-0).

3. Con ventaja solvente o con partido de vuelta, malo

Con el PSG y Juventus había partido de vuelta. Ante la Roma y el Liverpool una ventaja solvente en el resultado, que no en el juego, porque ambos jugaron mejor en el Camp Nou que lo que dijo el marcador. Hay un problema psicológico de exceso de confianza cuando el resultado es muy favorable. El Barça apretado acostumbra a ser más competitivo.