El Tottenham, sin la necesidad de los goles de Harry Kane ni del peligro que siempre genera Dele Alli, se lleva un estupendo resultado a Alemania (3-0), impulsado el conjunto inglés primero por las paradas de Lloris y después por los aciertos de Son, Vertonghen y Fernando Llorente para poner Wembley patas arriba, templo del fútbol que albergó una pelea vibrante con la música celestial de la Champions de fondo. Con esos ingredientes, excelentes para que todo saliera bien, Tottenham y Borussia prolongaron una rivalidad muy repetida en estos últimos cursos y que tendrá continuidad en Dortmund, aunque parece muy poco probable que la eliminatoria se le escape a los londinenses, al alza también en Europa.

Salió de entrada un combate muy parejo, y hasta se puede asegurar que los visitantes vencieron a los puntos en el primer acto. Estuvieron más cómodos en el césped, demostraron tener muy buen gusto para mover la pelota y descubrieron que Lloris es, en líneas generales, un portero muy serio. Tiene cantes, es verdad, pero también intervenciones de mérito como la que realizó al filo del descanso al despejar en la línea un cabezazo de Zagadou, tremenda parada la del francés. Ya antes se había presentado y oxigenó al Tottenham, al que le cambió la cara en el descanso.

El equipo de Pochettino, al que de momento le da para mantener el ritmo de Liverpool y City en la Premier (está a cinco a puntos), se quitó las legañas y mejoró notablemente después de la charla. Al minuto, y después de una pérdida de Achraf, el coreano Son remató estupendamente un centro de Vertonghen, buen gol.

Ese tanto alteró por completo la inercia del partido, pero no fue hasta el tramo final cuando se resolvió todo. Vertonghen, en el minuto 83, se benefició de una gran asistencia de Aurier e inmediatamente llegaba la puntilla con el tercero, que llevó la firma de Fernando Llorente. Nada más entrar, el español sentenció en un saque de esquina a un Borussia que se desbravó demasiado pronto y al que solo un milagro le llevará a los cuartos de la Champions. El Tottenham fue demasiado.