El francés llegará al Barça eL próximo verano, con los 27 años cumplidos, y en plena madurez futbolística. ‘Le petit diable’ (el pequeño diablo), como se le conoce en su país, se sumará al rutilante elenco de astros de la plantilla. Al grupo que forman los Messi, Suárez, Coutinho y Dembélé.

El Barça disfruta del presente, pero no se olvida del futuro. El francés aparece como oportunidad de mercado (su cláusula es de 100 millones) y una realidad a medio y largo plazo. Con este movimiento, el club no solo se asegura una pieza más para completar un ataque top, sino que además ficha un relevo real para Suárez, de 31 años, de cara al futuro. Bartomeu ha sido una de las personas claves a la hora de liderar una operación que cuenta, incluso, con una cláusula de penalización por ambas partes si no se respeta el acuerdo. El Barça le reserva el dorsal ‘7’, un número que ya deja entrever el papel protagonista que le espera al futbolista.

El francés será una pieza importante en el Barça que viene. Un equipo que ya está apuntando su próxima metamorfosis. La salida de Neymar, y la posterior lesión de Dembélé, obligó a Valverde a tener que intervenir con un plan de emergencia. El técnico se aplicó en dos extremos: acercar a Messi al gol y mejorar la estructura defensiva del equipo. Para ello recurrió al 4-4-2, un sistema que restó brillantez al juego, pero que convirtió al Barça en un equipo mucho más sólido que la temporada pasada. El fichaje de Coutinho y el regreso de Dembélé han anticipado la transformación que está por venir. Ante el Girona ya se vio un equipo mucho más alegre. También más vulnerable atrás, pero con innumerables recursos para hacer daño al rival.