El Inter no pasó del empate en San Siro ante un Torino hambriento que hasta pudo llevarse la victoria. La primera parte fue entretenida e igualada. Los conjuntos se intercambiaron varias veces el mando del partido y los contragolpes, creando peligros que solo los paradones de Sirigu y, como siempre, Handanovic supieron anular. La mejor ocasión para los locales fue obra del central Skriniar con un testarazo, mientras que los granata, antes del descanso, tuvieron el 1-1 a pocos centimetros con otro cabezazo, de Baselli.

Los de Spalletti empezaron la reanudación intentando apretar más, y otro paradón de Sirigu negó el gol, esta vez a Vecino. El conjunto de Mihajlovic, sin embargo, seguía muy vivo: tras un aviso de Belotti, Iago Falque se sacó de la chistera el golazo que rompió el partido. El español se deshizo de Miranda y de Gagliardini y, llegado en el límite del área, batió, esta vez sí, a Handanovic con su zurda. Fue el sexto tanto de su gran temporada (es el mejor goleador de su club), el quinto en esta Serie A.

El ‘Toro’ pudo sentenciar con Obi, que no aprovechó un gran lanzamiento de falta de Ljajic , cabeceando fuera con la portería casi vacía delante de él. Era el 69′, y estaba a punto de empezar el momento del partido que los nerazzurri prefieren, y que vivieron volcados al ataque. En el 79′, el recién entrado Eder, recibió en el área chica un testarazo de Icardi tras el típico centro de Perisic, y pudo batir sin apuros a Sirigu, poniendo las tablas. Por décima vez en este curso los interisti habían marcado un gol después del minuto 75.

Obviamente, todo San Siro y todo el Inter creyeron en la remontada, que estuvo muy cerca: un latigazo de Vecino desde fuera del área golpeó el travesaño en el 88′ y supuso el octavo disparo de los nerazzurri que acabó en un poste (solo el Roma, con 11, golpeó más). Al final, el marcador no volvió a moverse: los de Milán siguen sin conocer derrota en este campeonato y marchan a un punto del Nápoles, el líder, que esta tarde visitará al Chievo.