Seis países árabes cortaron relaciones diplomáticas con Qatar, al que denuncian de estar creando inestabilidad en la región. Arabia Saudita, Egipto, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Yemen y Libia acusan al país de apoyar a grupos terroristas, incluyendo el autodenominado Estado Islámico (EI) y Al Qaeda, lo que es negado categóricamente por Qatar.

El rompimiento de relaciones fue iniciado por Bahréin, y luego Arabia Saudita, el lunes temprano.  Luego se les sumaron los gobiernos de los estados antes mencionados.

La agencia estatal de noticias de Bahréin dijo que el país cortaba lazos con Qatar por «agitar la seguridad y la estabilidad de Bahréin y entrometerse en sus asuntos».  Emiratos Árabes Unidos le dio a los diplomáticos qataríes 48 horas para abandonar el país. Autoridades de Abu Dabi acusan a las de Doha de «apoyar, financiar y alentar el terrorismo, el extremismo y las organizaciones sectarias».

Los países del Golfo (Arabia Saudita, EAU y Bahréin) también les dieron a los ciudadanos qataríes dos semanas para abandonar sus territorios.  Los tres aliados anunciaron además el cierre de su espacio aéreo para Qatar Airways, que ya suspendió sus vuelos a Arabia Saudita.  Las aerolíneas Etihad Airways, Emirates y FlyDubai, por su parte, señalaron que iban a suspender todos sus vuelos hacia y, desde Doha, a partir del martes temprano.

La FIFA, por su lado, refiriéndose a Qatar, quien organizará el mundial del 2022, expresó este lunes que sostiene «contactos regulares» con el comité organizador del Mundial de fútbol en Qatar, aunque no emitió comentarios directos sobre la situación diplomática que involucra al país del Golfo Pérsico.

La FIFA, la entidad que gobierna el fútbol global, manifestó en un comunicado enviado por correo electrónico que mantenía «contactos regulares con el comité local organizador del Mundial de Qatar 2022 y con el comité supremo que maneja asuntos relacionados con la Copa del mundo… No tenemos más comentarios por el momento».