Gerardo Martino pone el listó en diez. Su salida no tiene una relación directa con su rendimiento en la Copa América, pero refuerza la contundencia de la estadística. Son diez ya los seleccionadores que han abandonado la banca tras su participación en las dos grandes competiciones por países del fútbol mundial este año, la Eurocopa y la Copa América Centenario. Un 25% del total. Una barbaridad.

No se le daba importancia a la Copa América Centenario, pero de los 16 combinados que dijeron presente, cuatro ya han cambiado de entrenador. El primero en salir fue Ramón Díaz, quien decidió bajarse de Paraguay luego de ser eliminado en primera ronda. El Pelado tenía a la Albirroja peleando por un cupo a Rusia 2018, pero renunció a su cargo por la decepción. Luego, el fracaso estrepitoso de Brasil provocó la destitución de Dunga, cuestionado desde su regreso. Julio César Baldivieso, rodeado de polémicas en Bolivia, fue despedido oficialmente el lunes de su cargo. No alcanzó a estar ni un año en su puesto. Lo de Martino se da en un marco diferente, por el desamparo que encontró para formar un equipo de cara a los Juegos y el desgobierno que vive la AFA, pero su rendimiento ya le tenía en la picota.

La Eurocopa mantiene la proporción. Más movimientos (seis), pero también más participantes (24). Es decir, igualmente ha caído la cuarta parte. Sólo la salida de Antonio Conte no cabe atribuirla a los resultados: se sabía de antemano que se iba al Chelsea.

Lo que no se sabía era que la actuación de Rusia iba a ser tan mala que Leonid Slutsky iba a ser destituido a dos años de su Mundial. Mikhayl Fomenko corrió la misma suerte en Ucrania, al igual que Anghel Iordanescu en Rumania, todos eliminados en la primera fase.

La sonrojante eliminación frente a Islandia en octavos de final no le dejó otra opción a Inglaterra que prescindir de Roy Hodgson, quien ya había fracasado en Brasil 2014. En la misma ronda cayó España, ante Italia, y Del Bosque hizo las maletas y se fue. Según don Vicente, ya tenía decidido su adiós, pero los resultados no le ayudaron.

Y hay otro técnico tambaleándose: Marc Wilmots, a quien los jugadores culpan de la eliminación de Bélgica frente a Gales en cuartos de final.