Hace casi una semana, Diego Maradona protagonizó un episodio polémico en Dubai: enfureció contra un italiano que le recordó su deuda con el fisco italiano.

Aquella causa pendiente por presunta evasión fiscal que se remonta a sus años como futbolista en Napoli sigue latente. «Soy un perseguido», aseguró el Diez durante una conferencia de prensa en Roma. Y agregó: «No soy un evasor. No tengo los 40 millones de euros, no los he ganado en toda mi vida».

Mis contratos fueron arreglados por mis agentes y Ferlaino (ex presidente del Napoli). Ellos no tienen problemas y yo, que marqué más de 100 goles, tengo que sacarme pendientes y relojes cada vez que vengo a Italia.

Maradona está dispuesto a «sentarse alrededor de una mesa» para discutir su caso con la agencia que se encarga de recaudar los impuestos en Italia. Por suparte, la Unión Europea dispone de cuatro a seis semanas para responder el pedido del Diego.