Alemania es la favorita para asegurarse la sede de la Eurocopa 2029 mañana miércoles, superando a Polonia y al dúo Suecia-Dinamarca, con la promesa de acelerar el crecimiento del fútbol femenino. Reunidos ayer en Nyon, Suiza, los 20 miembros del Comité Ejecutivo de la UEFA elegirán al sucesor de Suiza como sede del torneo continental femenino del verano pasado.
Si bien la adjudicación anterior de torneos por parte del organismo rector era una formalidad (la Eurocopa 2028 a las Islas Británicas y la Eurocopa 2032 a la alianza Italia-Turquía, sin competencia), esta vez el anuncio, que se dará a media tarde, es más reñido. Es difícil, sin embargo, presentar a Alemania como una candidata sin más, dado su peso deportivo -ocho títulos europeos para su selección femenina-, la experiencia de dos Eurocopas femeninas (1989, 2001) y la del torneo masculino de 2024.}
“Estamos confiados, realmente hemos presentado una buena candidatura”, declaraba recientemente Bernd Neuendorf, presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), a la agencia SID (AFP). En venganza por la elección de Brasil por parte de la FIFA como sede del Mundial de 2027, Alemania busca “contribuir al desarrollo del enorme potencial sin explotar del fútbol femenino”, según su candidatura. “Tenemos los estadios más grandes y estoy convencido de que podemos llenarlos”, afirma Neuendorf, asegurando que Alemania cuenta con ocho estadios que superan con creces los requisitos de capacidad de la UEFA.
Y es que mientras que el Wolfsburgo sólo ofrece 26.000 localidades, el Leipzig, el Colonia y el Hannover superan las 40.000, el Düsseldorf y el Frankfurt las 50.000 y el Dortmund y el Allianz Arena de Múnich las 60.000.
Polonia sigue en la contienda, tras haber presentado su candidatura para la Eurocopa 2025 y haber participado en su primera gran fase final en Suiza (fue eliminada en la fase de grupos). El país está cobrando impulso y albergará el Mundial Femenino Sub-20 el próximo año, pero los ocho estadios que ha propuesto son considerablemente más pequeños que los estadios alemanes.
Finalmente, Dinamarca y Suecia han vuelto a unir fuerzas tras intentar asegurar la edición de 2025 con sus vecinos finlandeses y noruegos, quienes finalmente fracasaron en su intento. Ambos países no solo han sido sede de importantes torneos femeninos (la Eurocopa de 1991 en Dinamarca, la Eurocopa de 1997 en Noruega y la de 2013 en Suecia, además del Mundial de 1995), sino que cuentan con una sólida y larga tradición en el fútbol femenino.
Su desventaja radica en dos de los cuatro estadios que ofrece Dinamarca: el estadio de Odense, que es demasiado pequeño, y un nuevo estadio que se construirá en Aarhus, mientras que Suecia ofrece cuatro estadios con capacidades que oscilan entre 21.000 y 50.000 localidades.
TEXTO TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO


