Se sabe que los clubes brasileños cuentan con un enorme poderío económico en relación a los argentinos. Además de la Ley de Sociedades Anónimas en el Fútbol, la cual se implementó en 2021 y permite el aporte de capital privado, los equipos gozan de otras cinco matrices de ingresos, similares a las de nuestro país, pero mucho más onerosas: cuota social, patrocinios, venta de entradas, premios por competencias y derechos de TV. Justamente, estos últimos han desatado una guerra interna entre los equipos de la nación pentacampeona del mundo.
En los últimos días, la dirigencia de Flamengo, presidida por Luiz Eduardo Baptista, tomó la decisión de recurrir a la Justicia y presentó un recurso de amparo ante un Tribunal de Río de Janeiro, para bloquear parte de un pago de 77 millones de reales de la cadena O Globo hacia los clubes de Liga Brasileña de Fútbol (LIBRA). El motivo de esta acción es que los directivos del Mengao consideran injusto el monto que actualmente recibe el club en concepto de derechos de televisación y pide rever los términos del contrato.
Ahora bien, ¿qué argumentos tiene Flamengo para sostener su reclamo, cuál fue la respuesta de los demás clubes y hasta donde puede escalar este conflicto? Lo primero que hay que aclarar es que la disputa por los derechos de televisación no es nueva y divide al fútbol brasileño hace rato. En mayo de 2022, Corinthians, Cruzeiro, Palmeiras, Ponte Preta, Red Bull Bragantino, São Paulo, Santos y el Mengao formaron LIBRA. Esta organización, con la intención de imitar a las grandes ligas europeas como la Premier League, tiene como objetivo principal asegurar una distribución de premios y derechos de transmisión de los partidos más equitativa.
Sin embargo, en respuesta a la creación de LIBRA, los clubes que se oponían conformaron otro bloque conocido como ‘Forte Futebol’, el cual nuclea a 11 equipos de primera, 16 de la Serie B y 7 de la Serie C. En línea con las intenciones de este segundo ente, respecto a los derechos de TV, Mário Celso Petraglia, presidente de Atlético Paranaense, declaró: “Queremos dividirlo mejor, más justo, y no que Flamengo cobré 70 veces más que nosotros por el pay-per-view . Sino que jueguen solos”.
En marzo de 2024, LIBRA firmó un acuerdo con el Grupo O Globo (mientras que Forte Futebol lo hizo con la agencia Live Mode) para los derechos de transmisión del Brasileirão de 2025 a 2029. El mismo le garantiza exclusividad en todas las plataformas, incluyendo televisión abierta, televisión por suscripción, streaming y pago por visión (PPV).
El contrato, que genera más de 1100 millones de reales por año para los clubes, estableció que los ingresos se distribuiría de la siguiente manera: 40% de forma igualitaria, 30% de acuerdo a la clasificación final de cada equipo en el torneo y 30% según la cantidad de audiencia generada por cada uno. Vale la pena aclarar que la dirigencia del Fla, que en ese momento estaba encabezada por Rodolfo Landim, aceptó estos términos.
Entonces, ¿cómo surgió el conflicto?. En diciembre Baptista gana las elecciones y reemplaza a Landim en la presidencia del conjunto carioca. Durante su campaña, el actual mandamás se oponía a las condiciones del contrato firmado entre LIBRA y O Globo hasta 2029, ya que, según él, el club podría llegar a perder hasta 100 millones de reales por temporada, en relación al vínculo previo.
Concretamente, lo que Flamengo reclama es una cuota mayor que representaría un aumento de 23 millones de reales en el contrato que se firmó con el grupo de medios en 2024. Para compensar parcialmente esta pérdida, cuestiona los criterios de distribución de ingresos por PPV.
Según un comunicado oficial de la institución, el cuadro de Río de Janeiro percibe un 20,41% del total de los ingresos por audiencia. Pero para los directivos, este porcentaje no es representativo del poder generador de recursos financieros del club. “El tamaño de la hinchada del Flamengo dentro de los equipos de la LIBRA es del 47%”, afirmó la dirigencia en ese mensaje. Por ello, el club envió una notificación extrajudicial a O Globo y Libra solicitando este cambio tan pronto como la emisora pague una parte de este dinero.
Previo a la judicialización del asunto, el 26 de agosto se llevó a cabo una Asamblea General Extraordinaria de LIBRA, en la que todos los integrantes, a excepción de Flamengo y Volta Redonda, equipo que milita en la Serie B, votaron a favor de mantener los criterios de distribución de ingresos actuales.
El argumento de los dirigentes fue que para aplicar el esquema de redistribución de ingresos propuesto por Flamengo y que este pueda aumentar así sus ganancias, los demás clubes perderían una cantidad de dinero significativa, que ya está incluida en sus previsiones presupuestarias.
Por lo tanto, ante la negativa del resto de los integrantes de LIBRA de acceder a sus demandas, el cuadro de Río de Janeiro optó finalmente por recurrir a la justicia y solicitar esta medida cautelar, que impide el pago de 77 millones de reales por parte de O Globo hacia el resto de los equipos. Obviamente, el accionar del Mengao no fue bien recibido y los afectados no tardaron en responder.
“Al obstruir de manera contradictoria e indebida el flujo de esos recursos, la estrategia del club carioca se revela depredadora y ruin, pues busca asfixiar financieramente a las demás instituciones que conforman el bloque –algunas de ellas en situación de dificultad– con el fin de someterlas y extraer aún más beneficios individuales”, expresó el Palmeiras el último sábado, mediante un comunicado oficial.
Además de calificar de “prepotente y doloso” el accionar de la comisión directiva del Fla, el Verdao, presidido por Leila Pereira, una de las mujeres más poderosas del país, explicó que: “Palmeiras sería uno de los beneficiados directos en caso de prosperar la modificación solicitada por la actual gestión del Flamengo. Sin embargo, entendemos que no jugamos solos y, por eso, defendemos el crecimiento colectivo del fútbol brasileño”.
En la misma línea, el Santos también salió al cruce. “La actual gestión del Flamengo parece no comprender que es responsable por el cumplimiento de acuerdos firmados por administraciones anteriores. Más aún, insiste en ignorar que actitudes individualistas, de quienes solo miran por sus propios intereses, debilitan la unión y el espíritu de lealtad que nos fortalecería a todos. ¿O acaso el Flamengo cree que puede disputar competiciones sin adversarios?”, manifestó en un comunicado, al igual que lo hicieron otros equipos afectados como San Pablo o Bahía.
Hasta la propia LIBRA, entidad que actualmente está conformada por Palmeiras, Bragantino, San Pablo, Santos, Atlético-MG, Bahia, Grêmio, Vitória, Remo, Paysandu, Volta Redonda, ABC, Guarani, Sampaio Corrêa, Brusque y el propio Flamengo, también se expresó al respecto. “El club alega pérdidas bajo un contrato de mil millones de dólares, lo cual no refleja su situación financiera. Esta medida extrema confirma una postura que prioriza los intereses privados a corto plazo, cuando en realidad los verdaderos perdedores son los equipos que dependen de este dinero para su flujo de caja, pago de facturas y salarios”, sentenció en su mensaje.
Vale la pena recordar que al margen de sus ingresos por los derechos de televisación, Flamengo alcanzó el acuerdo de patrocinio más alto de la historia del fútbol brasileño, tras firmar el mes pasado un contrato con la casa de apuestas Betano, cuyo monto superaría los 40 millones de dólares, según el diario O Globo.
Además el conjunto dirigido por Filipe Luis ha incorporado a grandes figuras provenientes del fútbol europeo, como Saul Niguez, Jorginho, Samuel Lino (22 millones de euros) o Jorge Carrascal (12 millones de euros), lo cual no parece coincidir con el accionar de una institución que se encuentra con serias dificultades financieras.
Lo cierto es que Flamengo parece estar en pie de guerra con el resto de los clubes brasileños, en un conflicto en el que las partes están muy lejos de llegar a un acuerdo. Mientras tanto, hay muchas chances de que el Mengao y el Verdao trasladen sus diferencias al campo de juego, ya que ambos son protagonistas en la pelea por el Brasileirao, se ubican primero y tercero respectivamente, y están en semifinales de la Libertadores. En caso de avanzar, podrían reeditar la final de 2021, en la que los de Abel Ferreira se quedaron con la copa.