Durante la primera jornada de la Premier League, el fútbol inglés volvió a verse sacudido por un episodio de racismo. En el partido entre Liverpool y Bournemouth en Anfield, Antoine Semenyo, delantero ghanés del Bournemouth, denunció haber recibido insultos racistas desde la grada, un incidente que obligó a las autoridades a actuar.
La policía ha indicado que el hombre, de 47 años y residente en Liverpool, ha quedado en libertad bajo fianza condicional, pero con restricciones estrictas: no podrá asistir a partidos de fútbol ni acercarse a menos de 1,6 kilómetros de ningún estadio en Gran Bretaña mientras dure la investigación.
Las autoridades subrayaron que el arresto se produjo tras la denuncia de Semenyo al árbitro durante la primera parte del encuentro, y que el individuo fue expulsado inmediatamente del estadio. La investigación sigue en curso y las autoridades continúan colaborando estrechamente con el club para esclarecer los hechos.