Bournemouth disputó este sábado un partido casi perfecto en su cancha y dio la gran sorpresa al derrotar por 2-1 a un Manchester City extrañamente impotente, en el duelo de la fecha 10 de la Premier League 2024-25.
No fue una casualidad. Tampoco un guiño del destino. Bournemouth ganó porque jugó mejor. En el primer tiempo le quitó la pelota, bien muy preciado para los de Pep Guardiola, y ejerció un dominio sorprendente.
La consecuencia de eso fue la apertura del marcador, que llegó temprano cuando, a los 9 minutos, el ghanés Antoine Semenyo -la gran figura del partido- aprovechó una buena asistencia del húngaro Milos Kerkez y mandó la pelota al fondo de la red.
Eso reforzó la confianza del local, que se percató de que su plan estaba saliendo a la perfección. Y lo consolidó. Como resultado, se vio una gran imagen del conjunto Cherry, que en el resto de la etapa no dejó respirar al City y hasta pudo aumentar la ventaja.
Salió más despierto el equipo Citizen en la segunda fracción pero el local no cedió. El choque se hizo de ida y vuelta. Son condiciones en las que, habitualmente, el City saca ventajas.
No fue el caso. Porque Bournemouth lucía muy concentrado en no perder de vista la estrategia que tan buenos dividendos le estaba dando.
Así llegó el segundo tanto de los Cherries. Una nueva asistencia de Kerkez le permitió a Evanilson conseguir su conquista y poner más distancias.
La reacción de Manchester City era previsible. Con más ganas que fútbol, los de Guardiola fueron para adelante, exponiéndose a una contra de Bournemouth.
Tienen tanta calidad individual que consiguieron el descuento, con un muy buen cabezazo del defensor croata Josko Gvardiol.
Los minutos finales fueron dramáticos, porque el empuje del City obligó al local a replegarse.
Sin embargo, a puro despeje los cherries sostuvieron el resultado y le ganaron por primera vez en la historia de la Premier League a los Citizen.
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FUENTE: ESPN.