Thursday, November 21, 2024
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(VIDEO) Victoria ‘muy gris’ del Real Madrid, pero suficiente para alcanzar al Barcelona

Como la camiseta que usaron en Balaídos: gris. Así fue la victoria del Real Madrid en Vigo ante el Celta (2-1)que permite a los de Ancelotti seguir el ritmo del Barcelona pero no recuperar sensaciones en el juego, que sigue siendo espeso y sin ideas.

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Un gol de Mbappé, quizás el mejor de su tiempo en España y otro de Vinicius tras una genialidad de Modric, sirvieron a los blancos para ganar a un Celta, sin el sancionado Aspas, que mereció como mínimo el empate después de un tramo final muy meritorio.

Primer partido D.C.

En el Real Madrid era el primer partido D.C. (Después de Carvajal) y se notó. En lo que se ve, porque el equipo jugó con tres centrales y dos carrileros, y en lo que no se ve pues faltaba ese liderazgo que ejerce el canterano y que en Vigo no heredó nadie de manera exclusiva. Quizás por eso, los primeros avisos claros en el partido fueron del Celta que, gracias a los desajustes, pudo plantarse delante de Courtois para marcar el primer gol. Pero es que lo fácil era aquello, lo difícil era superar al belga que volvió a hacerse gigante y ganó el mano a mano a Swedberg.

Y como ya se sabe, si perdonas al Madrid, lo pagas. Y en un error en salida de balón de Fran Beltrán, le cayó la pelota a Mbappé y este se perfiló y apretó el gatillo con gran rapidez para hacer el 0-1. La puso en la escuadra. Era el minuto 20 de partido. Lo siguiente fue un gol anulado a Borja Iglesias por fuera de juego que, pese a todo, era el único que desprendía olor a peligro en el cuadro celeste.

El gol, sin duda, dio más tranquilidad al conjunto de Ancelotti pero no más empaque. Los blancos, ayer de gris, no daban esa sensación sobre el césped de fortaleza atrás aunque sí arriba, como siempre, y a punto estuvieron en un par de ocasiones de ampliar su ventaja antes del descanso.

Miedo en el cuerpo

Ya en la segunda parte, el guion del partido siguió más o menos el mismo cauce y el Celta, que sabía cómo jugarle al Real Madrid tanto con como sin balón, consiguió el empate en el 51’. La jugada, cocinada por la banda derecha, tuvo un centro de Mingueza, el asistente por excelencia, y un remate de Swedberg que, esta vez sí, supo cómo batir a Courtois.

Acababa de empezar la segunda mitad pero fue como si el partido volviera empezar. Aún así, por unos minutos la sensación del Real Madrid fue la de tener miedo en el cuerpo y pocas ideas en los pies. Comenzó a ver fantasmas vestidos de celeste adelantando la noche de Halloween y tiró de orgullo para espantarlos. Primero con un gol de Vinicius anulado por fuera de juego y luego con los cambios de Ancelotti (Modric y Rodrygo) que avivaron el fuego madridista. Tanto así que el croata, inagotable jugador, le puso un pase de gol a Vinicius para que, esta vez sí, hiciera el 1-2 y volviera a dar tranquilidad a los blancos.

Con el marcador de nuevo en favor del RealGiraldez trató de jugar todas sus cartas con los cambios. Y con eso y el apoyo de Balaídos, logró tener oportunidades claras para conseguir el empate. Fue entonces cuando emergió más aún la figura de Courtois deteniendo contra su pecho todo objeto redondo que pasaba por su portería y permitiendo la victoria de un Real Madrid que suma pero no le da.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO

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