Los clubes del fútbol ecuatoriano han decido alzar la voz ante el mal arbitraje en la LigaPro, pero esta vez no solo serán cambios nominales los que solicitarán, sino un cambio de estructura.

Los equipos del balompié nacional presentarán una propuesta donde sea finalmente Ligapro con su Dirección Nacional de Arbitraje a cargo de Joffre Paredes, quienes tengan el control del arbitraje ecuatoriano.

Según información del periodista Eduardo Erazo, la LigaPro y sus 26 clubes afiliados propondrán este martes el siguiente plan a la FEF:

1. La creación de una subcomisión de arbitraje dentro de la CNA, pero con personal de Ligapro y manejo independiente para los 13 partidos de las series A y B a su cargo.

2. Ligapro montará 2 centros de alto rendimiento a nivel nacional, uno en Quito y uno en Guayaquil para así dividir a los árbitros que integren este grupo especial de Ligapro en 2 grupos. El fin de estos centros es que los árbitros ya no se entrenen corriendo alrededor de la cuadra como algunos aun hacen, si no con los estándares FIFA para preparación arbitral que aquí en ecuador no se cumplen por falta de recursos y de pagos de la FEF; que estos puedan ser capacitados, entrenados, calificados y luego corregidos por personas extranjeras a su vez capacitadas y avaladas por FIFA para mejorar tanto su capacidad física como la conceptual del juego y hacer un acompañamiento psicológico a los mismos.

3. Se espera con esta independización del arbitraje desde FEF hacia Ligapro pueden tener también un mejor manejo del VAR y optimización de recursos puesto que hoy muchos partidos cumplen los estándares mínimos para la homologación del VAR, sin que tengan en realidad la cantidad de cámaras o técnicos necesarios para dar el verdadero salto de calidad.

4. Desde lo económico no sería un problema puesto que los clubes y la Ligapro tienen ya los recursos y el mapeo de como costear estos centros de alto rendimiento, capacitadores y evaluadores extranjeros. Gran parte del presupuesto saldría del rubro «asesores» que hoy cada club debe pagar en cada partido, por cada terna y se eliminará sin ningún impacto puesto que está claramente demostrado que su «asesoría» no tiene ningún resultado positivo sobre las ternas.

5. Solo falta LA ACEPTACIÓN DE LA FEF. Eduardo Erazo pudo conversar con dirigentes de distintos clubes, así como autoridades de Ligapro y el único impedimento o miedo a poder realizar este salto de calidad sería una eventual negativa desde FEF. Temen que al ser el último resquicio del torneo bajo su exclusivo control se nieguen a perder el manejo del mismo y no quieran dar paso a esta profesionalización del referato. Incluso en la dirección de la CNA estarían al tanto del alcance del proyecto y lo verían con buenos ojos. Faltaría la aprobación y ajustes reglamentarios desde la dirigencia FEF.