Luis Enrique y Xavi fueron compañeros en el Barça durante seis temporadas. Al cabo de un tiempo, el asturiano fue el entrenador del de Terrassa. Para entonces, Xavi tenía 34 años y meditaba si seguir en el Camp Nou o probar otras aventuras. Luis Enrique, justo antes de empezar la pretemporada, le cogió y le dijo: “Pelopo, este año no vas a ser titular indiscutible”. Fue de cara. Le contó que jugaría mucho menos y preguntó si estaba dispuesto a aceptarlo sin malas caras. Xavi le respondió “Lucho, ya me conoces, yo no voy a ser nunca un problema”. Y sí, se quedó, Rakitic le quitó el puesto, pero Xavi terminó jugando 31 encuentros de Liga y levantando la Champions League de Berlín como capitán. No sólo no significó un problema sino que Xavi fue una parte de la solución al mediar entre Luis Enrique y Messi, cuando pasó el grave conflicto de Anoeta. Quizá recordando ese episodio, ahora ha sucedido algo similar. Xavi y Piqué fueron compañeros de equipo durante siete temporadas.
Ahora, Xavi Hernández es el entrenador del central de la Bonanova. Piqué tiene 35 años y el entrenador le ha ido de cara. En la conversación del 2 de junio, le agradeció el esfuerzo físico que Gerard hizo en la pasada campaña de jugar siempre con dolor y al filo de la lesión, y le avisó que este año tendría mucha menos participación en el equipo. Piqué, como pasó entonces, se quedará para ayudar, para sumar y no se resignará a ser suplente en los grandes partidos. Igual, a la postre, también juega más de 30 encuentros como hizo Xavi en ese entonces.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO