Todavía no se sabe qué decidirá Lionel Messi sobre su futuro. La única certeza que existe hoy es que acaba de aterrizar en Argentina para poner su cabeza en modo Selección e instalarse en el complejo de la AFA ubicado en Ezeiza, un sitio que se ha transformado en una especie de fortaleza anti-coronavirus.
El 10 partió hacia su país en la noche del martes español. Voló con su esposa Antonela y con sus tres hijos. La familia se quedará en Rosario. Para Leo es tiempo de enfocarse en la doble fecha de Eliminatorias Sudamericanas, camino a Qatar 2022, y en la Copa América, soñando con atrapar su primer título en la Selección Mayor.
Hasta el 10 de julio, la fecha establecida para la final de la Copa América, pasará Messi días de largas concentraciones y entrenamientos en el complejo 2 del centro deportivo de Ezeiza, un lugar siempre encantador y ultradesarrollado, pero ahora también adaptado a las precauciones y a los protocolos que exige la pandemia. Hoy no sólo se observan las construcciones habituales...
La estructura donde convivirán alrededor de 100 personas se reconfiguró con diversos anexos. Por ejemplo, como los futbolistas se repartirán en habitaciones individuales y no alcanza el alojamiento para toda la delegación, se agregaron 17 motorhomes y departamentos con todas las comodidades montados en cubos para hospedar inclusive a parte del cuerpo técnico. Además, se adaptaron oficinas.
Es una burbuja gigantesca que se empezó a poblar desde el miércoles pasado y que hasta la llegada de Leo ya había recibido a más de 50 personas, con el entrenador Lionel Scaloni y todos sus colaboradores a la cabeza, más el personal afectado a la limpieza, la cocina y el mantenimiento, todos con tres testeos negativos. La obsesión era asegurar que no hubiera ningún positivo para evitar el contagio de los jugadores, los últimos en arribar.
También en ese complejo de 48 hectáreas se instalaron carpas gigantes, con mucha ventilación natural. Una se utilizará como un inmenso gimnasio. La otra será una especie de salón de usos múltiples, donde por un lado se harán los testeos cada tres días a todos los futbolistas, pero también se usará para reuniones y recreación.
La etapa de aprovisionamiento de alimentos y diversos materiales se pensó para cubrir dos meses sin necesidad de que ningún proveedor ingrese al lugar y se realizó cuando aún nadie se había alojado.
El 3 de junio, la Selección Argentina jugará el primer partido por Eliminatorias contra Chile en Santiago del Estero. El segundo será el 8 de junio frente a Colombia, por ahora en Barranquilla. Luego, del 13 de junio al 10 de julio, la Copa América.
Argentina viajará a cada destino y regresará a su fortaleza anticoronavirus. Ahí esta vez Messi y compañía no se cambiarán para los entrenamientos en los vestuarios. Lo hará cada uno en su habitación. Tampoco podrán recibir visitas de familiares ni de ningún tipo. No se permitirán salidas. Todos adentro hasta el último día de Copa América. Pasa en un país que sufre la segunda ola del Covid-19 y se encuentra en el peor momento de la pandemia.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO