El repunte que ha tenido el City estas últimas semanas no responde tanto al plan de ataque como a haber mejorado atrás, mucho más solvente desde que el Leicester le endosó un carro de goles en el Etihad. Desde entonces, a finales de septiembre, apenas ha encajado otros nueve, señal de que el equipo se ha recompuesto a base de analizarse y de darse cuenta de que la solución al problema pasaba por darle más consistencia a una zaga que ha asumido sus tareas.
No se puede reparar en el progreso del City sin hablar de Rúben Dias, al que no le pesó el contraste respecto al Benfica ni el precio que se pagó: “Puede jugar un par de veces a la semana y se recupera rápido. Entiende el juego, quiere aprender, y nos impresiona ver cómo se cuida antes y después de cada encuentro”, desveló hace poco Guardiola, rendido al compromiso de un central aplicado, que no se distrae ni comete errores de bulto, aseado con y sin el balón.
Ha mejorado el cuadro de Pep con el portugués y también con Stones, resucitado como futbolista. Se ha puesto las pilas y le ha quitado la plaza a Laporte, palabras mayores para alguien que tuvo pie y medio fuera del club: “Ha recuperado un gran nivel”, confirmó el entrenador de Santpedor, maravillado con el nivel de dos jugadores en consonancia con su idea, que se equilibran y que le dan empaque a un City que precisamente necesitaba mejorar en este apartado.
A pesar de que el equipo ha perdido olfato -que no presencia en ataque-, ha contrarrestado ese déficit fortaleciendo a Ederson, que ha echado el candado en siete de los dieciséis compromisos de esta Premier. El City recibe menos porque ofrece menos oportunidades a sus rivales, que no rematan con la facilidad de antes. Ahora el equipo crece desde atrás, desde la estabilidad, y se basta de marcadores más cortos para presentar su candidatura a la liga.
Ha costado pero Guardiola ha hecho entender al vestuario que tiene que bajar revoluciones, damnificado por partidos como el del Leicester o el del Tottenham. Tardes que acabaron en drama porque imperó el desorden, y no hay mejores futbolistas que Vardy o Kane para triunfar en ese contexto tan volátil. Sin embargo, desde que el City ha controlado y ha impuesto el tempo todo ha cambiado. Tanto que se puede poner a un punto del liderato si gana el choque que tiene pendiente. Defender mejor fue clave.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO