Parece que Holanda está abonada al sufrimiento. Remontó ante Irlanda del Norte y no lo tuvo fácil ante una Bielorrusa que plantó cara ante el combinado entrenado por Koeman. Un doblete de Wijnaldum en la primera mitad terminó siendo decisivo para doblegar a los locales, que apretaron tras el receso.
No iba a ser un desplazamiento para la selección de Holanda. Viajar a Bielorrusia, y además con las malas condiciones del terreno de juego, nunca es fácil. Y de hecho, en los primeros minutos los locales apretaron y no dejaron a los de Koeman desplegar su juego. Incluso Laptev tuvo muy cerca el primero de la tarde, pero el balón salió lamiendo la madera.
Pero si algo tienen los equipos grandes es que con muy poco te pueden hacer daño. Y así lo hizo Wijnaldum. Sin haber generado prácticamente nada, el neerlandés hizo bueno un centro de Promes para cabecear al fondo de las mallas.
Se creció Holanda y empezó a jugar como sabe. Gran parte de culpa la tuvo De Jong, por el que pasaban prácticamente todos los balones. Lograron embotellar a los bielorrusos e intentaban hacer sangre con tiros lejanos. En uno de ellos, Wijnaldum lo consiguió. Zambombazo con la derecha que se coló por la escuadra. Imparable.
Pero los locales no se vinieron abajo. Al contrario. Un tiro de Yablonski al final del primer tiempo y otro de Stasevich justo después del receso hacían presagiar que el gol estaba cerca. Y así era. Polyakov mandó el balón al área y Dragun recortó distancias con un cabezazo al que no pudo llegar Cillessen.
Con mucho orgullo, los de Markhel no le perdieron la cara al encuentro y empezaron a jugar de tú a tú a una ‘Oranje’ que también usaba sus bazas. Las conducciones de De Jong superaban líneas y se llegaba al área con facilidad. Malen tuvo el tercero tras un jugadón de un inspirado Wijnaldum, pero Gutor sacó una mano impresionante para dejar a los suyos con vida. Logró los tres puntos la selección holandesa y está a solo dos partidos de volver a jugar una Eurocopa. Se les echa de menos.