Falta menos de medio año para que el Mundial de Rusia dé el pistoletazo de salida y la sombra del dopaje ya amenaza a la selección anfitriona. Según Daily Mail, Rusia planeaba dopar a sus futbolistas en la cita mundialista y para evitar sanciones había ideado un plan para cambiar las muestras de orina.
Esta información sale de Grigory Rodchenkov, el que fuera director del centro antidopaje de Moscú y ahora testigo protegido en Estados Unidos después de destaparse los casos de dopaje en las Olimpiadas de Sochi.
Rodchenkov presenta pruebas sobre las intenciones de dopaje de la selección de Rusia en el Mundial de 2018 en el documental Icarus, dirigido por Bryan Fogel. El director cree que las pruebas presentadas por Rodchenkov puede ocasionar un escándalo al estilo de lo vivido con los JJOO de Invierno en Sochi. Incluso no descarta que la selección de Rusia pueda perder a algunos futbolistas para el Mundial después de lo vertido en el documental.
La FIFA aún no ha valorado públicamente estas sospechas, pero se espera que contacte con Fogel para conseguir una reunión con Rodchenkov y ver hasta dónde llegan esas acusaciones.
Fogel pasó años investigando el dopaje en Rusia y en ese tiempo conoció a Rodchenkov. Sus investigaciones le han llevado a reunir pruebas, según él, que también implican a Vitaly Mutko, viceprimer ministro de Rusia y máximo responsable del comité organizador del Mundial de fútbol Rusia 2018 hasta finales de diciembre de 2017.
Mutko se vio obligado a dimitir como consecuencia de su suspensión a perpetuidad de cualquier cargo olímpico por el COI al aparecer en todos los informes de la AMA y del COI como el inspirador de dopaje institucionalizado en Rusia.